El recorrido judicial del feroz cuádruple crimen de La Loma, registrado hace 14 años en un departamento de La Plata, tendrá una nueva parada: dos testigos que involucraron a quien fue imputado como principal sospechoso, pero resultó sobreseído, irán a juicio oral por falso testimonio.
La “Masacre de La Loma” fue un caso que conmocionó al país y fue descubierto en la mañana del 27 de noviembre de 2011, en el departamento número 5 de la calle 28 N° 467, entre 41 y 42, de ese barrio del norte de la ciudad capital.
Aquel día, un vecino y el papá de una de las víctimas vieron rastros de sangre y al ingresar (con la Policía) hallaron, en la cocina, los cuerpos apuñalados de Marisol Pereyra (35) -amiga de la familia- y Susana De Barttole (63).
En el living estaba la hija de De Barttole, Bárbara Santos (29), mientras que su hija, Micaela Galle (11), fue asesinada en uno de los dormitorios, sobre una cama de dos plazas.
Por el caso estuvo preso, e incluso fue a un juicio oral, Osvaldo “Aíto” o “El Karateca” Martínez, quien era novio de Bárbara Santos.
Uno de los elementos clave que sostuvieron la acusación fue el aporte testimonial de un remisero y una vecina. Ambos ubicaron a Martínez en el lugar de los crímenes, en circunstancias muy comprometedores para el entonces sospechoso.
Se trata del remisero Marcelo Tagliaferro y de la vecina Patricia Luján Godoy, quienes ahora serán juzgados a partir del 24 de noviembre de 2025 por “falso testimonio agravado”.
Así lo resolvió el Tribunal Oral y Criminal N° 4 de La Plata, que de esta manera cerraría los expedientes judiciales abiertos por este horrendo caso de asesinato múltiple de mujeres.
En medio del juicio por los crímenes -en el que fue condenado a prisión perpetua Javier “La Hiena” Quiroga, un albañil formoseño que alguna vez hizo arreglos en el departamento donde mató a las víctimas-, ambos sostuvieron sus testimonios y resultaron denunciados por la defensa de Martínez.
En la escena hallaron 18 rastros de ADN de Quiroga -en el PH, en los cuerpos de las víctimas y en los cuchillos usados para asesinarlas-.

Se iniciaron dos causas que fueron instruidas por separado, pero al ser elevadas a juicio los denunciantes solicitaron unificar los expedientes, porque los imputados fueron procesados por el mismo hecho.
En las audiencias de aquel proceso, Tagliaferro repitió haber visto a Martínez salir de la escena del crimen con el torso desnudo. Y Godoy, quien vivía cerca del acusado, declaró que lo había observado bajarse de un auto desconocido en la madrugada del hecho. Supuestamente, después de haber ejecutado los crímenes.
La investigación posterior comprobó la falsedad de esas declaraciones y Martínez fue absuelto en 2014. Su sentencia quedó firme en 2016.
El único condenado por el crimen, “La Hiena” Quiroga, fue detenido en mayo de 2012 y ahora cumple la pena impuesta con sentencia firme.

En 2014, durante la lectura de los fundamentos de los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini, el Tribunal aseguró que “no hubo ninguna prueba objetiva o científica ni testimonial que lo incrimine (a Martínez), ni ningún rastro que lo vincule fue encontrado en el cuerpo de las víctimas o en la escena del hecho”.
Los jueces no le creyeron al remisero, quien identificó a Martínez en la escena del hecho. “Tagliaferro ha sido un testigo interesado en el cobro de una recompensa que no obtuvo”, explicaron y agregaron que “fue cambiando sus declaraciones en relación a la identificación de Martínez”.
El hombre aseguró que no tenía interés en la causa para sostener su afirmación incriminatoria, aunque luego se descubrió que había reclamado la recompensa ofrecida por el Ministerio de Justicia y Seguridad, la cual solo podía percibir si Martínez era condenado.
Ese dato nunca fue informado a los jueces durante el juicio. Fue, como se denomina en la jerga judicial, un “caza recompensas”.
“El Karateca” Martínez estuvo seis meses preso con preventiva. Las pericias de ADN fueron determinantes: no se hallaron rastros suyos en la escena y encontraron restos que coincidían con el perfil genético de Quiroga.
El abogado Sebastián Chouela, defensor de Martínez y denunciante de Godoy, dijo que pedirá la pena máxima de 10 años de prisión, por “la gravedad del daño causado a Martínez en una causa tan mediática y estigmatizante”.
“Luego del fallo unánime que condenó a Quiroga y absolvió a Martínez, quedó claro que, además de las cuatro víctimas, en este caso hubo un inocente, un culpable y dos mentirosos“, dijo a Clarín el periodista Fernando Tocho, autor del libro “El cuádruple crimen de La Plata, la investigación”, quien, además, fue citado como testigo en el juicio oral.