Un fragmento de tela azul parecido a la corbata de un colegio secundario, un llavero de gomaespuma pintado de naranja con una única llave tipo Travex, la suela de un zapato talle 37, un dije con una inscripción “en idioma extranjero” y un reloj calculadora Casio CA- 90.

Estos objetos estaban entre los 150 fragmentos óseos que el 20 de mayo pasado fueron descubiertos por un grupo de obreros que construía una medianera entre dos propiedades de avenida Congreso al 3700, en el barrio de Coghlan.

Un detalle para nada menor es que la fosa donde estaba enterrado el cuerpo tenía muy poca profundidad: unos 60 centímetros. Para los investigadores, esto indica claramente que fue cavada con descuido y apuro.

Los obreros trabajaban en el terreno que quedó tras una demolición en Congreso 3748, donde se levantaba una casona en la que vivieron la artista Marina Olmi -hermana de Boy Olmi- y el musico Gustavo Cerati. Este ultimo la alquiló entre entre 2002 y 2003.

Estaban levantando una pared -donde siempre había solo una ligustrina como única separación-, cuando desde el jardín del chalet de Congreso 3742 hubo un desmoronamiento y quedaron expuestos los huesos.

En otras palabras, al menos que surja prueba nueva, el cuerpo estaba enterrado en la propiedad de Congreso 3742, habitada desde principios de los 70 por la familia Graf, de ascendencia alemana.

Según los vecinos, en el chalet solo vive una viuda de unos 90 años que tiene dos hijos: una mujer que reside en el interior del país y un varón con domicilio en la misma cuadra.

Por el momento ningún miembro de esta familia fue llamado a declarar para preguntarle porque había un cuerpo enterrado en su jardín. El fiscal Martín López Perrando quiere tener un panorama completo antes de dar este paso. Para ello necesita el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que, entre otras cosas, debe determinar como murió el NN.

Por lo pronto, ya se sabe que es un varón joven. Algunos hablan de un adolescente, otros que tenía entre 20 y 25 años. Se supone que tuvo una muerte violenta, pero esto aun esta por confirmarse.

En 1980 la marca Casio copó el mercado con un reloj digital que tenía calculadora. Sobre esa base se fueron perfeccionando los modelos. Así apareció el Casio CA-90 que, fabricado en Japón, brillaba: no sólo tenia calculadora sino un juego similar al Space Invaders –pero con números– que fue toda una novedad para la época.

Fue muy popular. En internet la gente aun busca a toda costa uno original. Paradójicamente (o no) un CA-90 es la principal pista para tratar de resolver el misterioso caso del NN de de Cohglan.

Ya se determinó que el reloj comenzó a ser fabricado por Casio en 1982. Pero los primeros informes que le llegaron al fiscal indican que, por el numero de serie, el ejemplar encontrado entre los huesos fue vendido en Buenos Aires recién en 1992.

Esto no sólo pone un piso limite necesario a la antigüedad de los restos, sino que aporta un dato fundamental en la búsqueda. Es más fácil que alguien tome el detalle para reclamar por al algún familiar desaparecido entre 1980 y 1990.

“La casona la compramos hace más de 30 años a una mujer alemana, Olga Schuddekopf. Ella nos contó la historia de que antes había sido un geriátrico y previamente una capilla. Pero de esto estamos hablando hace más de 150 años”, explicó la artista plástica, Marina Olmi en una entrevista con TN luego de que se encontrara el cuerpo.

Olmi contó que en la época que la propiedad fue alquilada por Cerati era el centro de “juntadas musicales. Era un punto de encuentro que utilizaba Gustavo. Por allí pasaron Charly García, Hilda Lizarazu, Fito Páez y el flaco (Luis) Spinetta, entre tantos”.

Esta circunstancia fashion le sumó interés periodístico al hallazgo de los huesos, pero lo cierto es que el crimen (porque esa es la hipótesis principal) en principio no tuvo que ver con esa propiedad sino con la de al lado: la del Congreso 3742.

Más allá de los testimonios, la Justicia espera con ansiedad el informe del EAAF, famoso en todo el mundo por su identificación de restos de masacres y, en nuestro país, por su labor en la búsqueda de personas desaparecidas durante la ultima dictadura militar.

Ellos son los que tienen mas experiencia en resolver acertijos y devolverle la historia, la identidad, a personas que alguien quiso que fueran olvidadas.



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