La tercera audiencia del juicio político contra la jueza Julieta Makintach (48) expuso la tensa relación que había entre los integrantes del Tribunal Oral Criminal 3 de San Isidro, encargado del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. “Era manipuladora, mentirosa y nos engañó todo el tiempo”, declaró frente al tribunal de enjuiciamiento, el juez Maximiliano Savarino, quien integró junto a la magistrada suspendida la cámara que debía establecer las responsabilidades penales por el fallecimiento del “Diez”, ocurrido en noviembre de 2020, a sus 60 años.
Después de poco más de dos meses de desarrollo ese juicio se suspendió porque se pudo demostrar que un equipo de filmación de documentales había entrado a la sala a tomar imágenes de manera “clandestina”. En realidad, presuntamente autorizados por la jueza Makintach. Eso derivó en denuncias penales y en un pedido de destitución. El jury comenzó el jueves pasado y culminará con una decisión clave: si la abogada de San Isidro continúa en su cargo o es destituida por una lista de irregularidades derivadas de esa decisión.
El cronograma original del jury establecía que este lunes debía presentarse como testigo aportada por la parte acusadora, la jueza Verónica Di Tomasso, tercera integrante de ese tribunal. Pero después del aporte de Savarino, decidieron desistir de su intervención.
Buena parte de la exposición de casi dos horas del juez Savarino giró sobre un punto de interés para la defensa: la existencia de un grupo de Whatsapp, integrado por los tres magistrados y en el que Makintach habría informado a sus colegas de la presencia del equipo de filmación del video que provocó la controversia y el escándalo.
El viernes pasado, tal como informó Clarín, el abogado de la acusada, Darío Saldaño, pidió incorporar como prueba unas capturas de pantalla de conversaciones en esa red. El tribunal -integrado por cinco conjueces legisladores, cinco abogados de la matrícula y presidido por Hilda Koghan, presidente de la Suprema Corte bonaerense- rechazó ese pedido.
“Todos las pruebas fueron incorporadas en el momento que corresponde. Ahora no es posible”, justificó esa negativa.
“De ese grupo de Whatsapp me fui por las cosas que decía Makintach. Sólo tengo conversaciones posteriores al 21 de mayo (cuando había estallado la polémica y el proceso por el caso Maradona estaba a punto de suspenderse)”, dijo Savarino.
Las capturas que filtró la defensa (y no pueden ser tenidas en cuenta para el proceso de enjuiciamiento) muestran que el 17 de marzo, Di Tomasso escribió: “Buenos días. Me habló Klass (Ezequiel, subsecretario de Comunicación y Medios de la SCBA) y me preguntó el tema de la cámara que autorizó, July (por Makintach), estuvimos hablando del tema y tenemos que conversar.”
En otro chat de esta jueza se lee: “Si tenés una autorización de la Corte, por favor, mostránosla así se agrega a la causa y evitamos problemas.” Ante ese requerimiento, Makintach en ese grupo responde que se comunicó con el director de prensa y agrega: “De todos modos lo converso con la Corte también para asegurarnos no tener problemas…. para que se queden tranquilos, desde ya que no los filman a ustedes ni van a filtrar prueba, pero le doy la formalidad que Klass necesite, aunque la Corte no necesitó ninguna“.
La línea argumental busca sostener que todos los jueces sabían de la existencia de la filmación. Koghan se encargó de aclarar ante cada mención que se hizo sobre esas conversaciones, que “no forman parte de la prueba en este juicio”.
Savarino explicó los procedimientos habituales para el manejo de las imágenes en este tipo de juicios. “Klass (el funcionario del área de Prensa de la Corte) era un técnico serio e idóneo que manejó la comunicación del juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa. Siempre hablamos estas cosas con él”, aclaró.
Luego dejó en claro que la relación con Makintach era tirante. “Cuando nos enteramos de la existencia de una filmación ella nos explicó que era algo privado, que la Corte había autorizado. Esa explicación fue un engaño“, lamentó el juez-testigo.
El jury se desarrolla en Suprema Corte bonaerense. Foto Francisco Loureiro Y luego definió: “Ella estaba haciendo un juicio paralelo. Por eso presionó para mantener la presidencia del debate. En un momento me dijo ‘Mirá que le escribo a la Corte’. Y yo le respondí: ‘A mi no me chapees’ (o sea: le pidió que no haga alarde de sus presuntos contactos en el máximo tribunal)”.
“Me sentí molesto y sentí que me estaba presionando. También pidió el cambio del orden de los votos (para fundamentar el veredicto)”. Y concluyó que “generaba conflictos con los colegas. Denota una gran maldad todo lo que hizo”, insistió y repitió el juez que compartió el frustrado juicio por la muerte del astro del futbol con Makintach.
Makintach, apercibida y furiosa con una periodista
La jueza-acusada aparece activa en el proceso. Da indicaciones a sus abogados y expresa con gestos ampulosos su desacuerdo con afirmaciones de los testigos. Tanto que hubo un apercibimiento de Koghan a la imputada. También se muestra activa en los pasillos del anexo del Senado Bonaerense, donde se desarrolla el jury.
A una testigo citada este lunes, Barbara Villar Camacho, periodista de Infobae convocada por la acusación le dijo: “me destrozaste. Dijiste todas mentiras y mentiste en todas tus notas”, cuando se la cruzó cerca de una puerta de acceso a la sala de audiencias.
El jury a Makintach
El proceso que decidirá el futuro de Makintach comenzó el jueves. Fuera del protocolo jurídico al juez pidió la palabra y le dieron permiso: “Pido declarar porque se dijeron muchas mentiras. Quise saltar de la silla cuando escuché las mentiras. Quiero que me conozcan, quiero decir mi verdad, ténganme paciencia porque estoy nerviosa. Se han dicho muchas cosas de mi, esto ha sido un escarnio publico.”
“Estoy arrepentida de haber aceptado y haberle permitido esa iniciativa a los productores. Le di una entrevista a mi mejor amiga. Jamás imaginé que mi imparcialidad como jueza iba a estar en juego. Pido disculpas a la familia de las victimas, pido disculpas por la mala imagen que quedo de la justicia. Estoy arrepentida, ojala nunca hubiera dicho que si a la propuesta que me hizo mi mejor amiga”, señaló durante su descargo.
La acusación está a cargo de la fiscal general del Departamento Judicial de Necochea, Analía Duarte, en representación de la Procuración bonaerense. El Colegio de Abogados de San Isidro, los letrados que representan a Julio César Coria (detenido por falso testimonio en el juicio de Maradona) también están en el sector de acusadores. En el proceso son llamados “adjutores”.
La defensa de la jueza está dirigida Darío Saldaño, Ramiro Sánchez Gamino y Luciano Rappazzo.
Los cinco legisladores-abogados son los senadores provinciales Ariel Martínez Bordaisco (UCR) y Sergio Raúl Vargas (Unión Reunión y Fe); y las diputadas Abigail Gómez (La Libertad Avanza), Maite Milagros Alvado (Unión por la Patria) y Guillermo Castello (La Libertad Avanza).
Los cinco conjueces son Álvaro García Orsi (La Plata), Pablo Agustín Grillo Ciocchini (La Plata), Fabián Ramón González (Morón), María Victoria Lorences (Lomas de Zamora) y Mirta Daniela Greco (Lomas de Zamora).
La Plata. Corresponsalía
