Marcela Acuña quiere hablar. Eso sí, aclara que no puede comentar elementos vinculados a las pruebas que se debaten en el juicio que la tiene en el banquillo de acusados. A ella y a su marido, Emerenciano Sena, los acusan de partícipes primarios en el crimen de Cecilia Strzyzowski. Es decir, de haber habilitado los medios para que su hijo, César Sena, ejecute el femicidio en la casa de Santa María de Oro 1460, el 2 de junio de 2023.
Ella reafirma su inocencia. Pero no la de su hijo.
Acuña quiere hablar, aunque por ahora solo escribe. Desde que quedó detenida el 9 de junio de 2023, lleva apuntes a mano sobre su estado de ánimo, sobre la detención, sobre la causa. Está presa en la Alcaidía de Mujeres del barrio Don Santiago, en Resistencia, donde recibe algunas preguntas de Clarín.
-¿Qué creés que pasó esa mañana del 2 de junio de 2023?
-Es muy difícil. Justamente lo estaba escribiendo en mi diario. Y ahora lo estoy volviendo a escribir, porque es como que la estoy conociendo a Cecilia en las audiencias probatorias, por medio de chats. Las pericias de los celulares sacaron todos los chats de ella y de mi hijo. También estoy conociendo a mi hijo… yo no sabía que tenía problemas psiquiátricos, que ellos iban juntos a terapia. Empecé a descubrir otras personas. A Cecilia no la traté más que como a una compañera de mi hijo.
-¿En el expediente estás encontrando a un César distinto al que conocías?
-Me encontré con un chico que estaba en tratamiento psiquiátrico, que eso yo no lo sabía. Me encontré con un chico que estaba muy solo, que tampoco lo sabía. Me encontré con un chico tremendamente dulce, pero tremendamente triste, que tampoco lo sabía. Con Emerenciano siempre insistimos con la parte educativa, pero le faltó desarrollar la parte emocional. Sigue siendo un adolescente.
-¿Sentís que ese chico que encontraste puede haber hecho eso de lo que se lo acusa? ¿Que podría haber cometido el crimen?
-No lo sé. Esa es mi gran incógnita. Es un tema de la causa y no quiero meterme en eso. Pero él nunca tuvo una sola denuncia por dañar a alguien. Militó conmigo en las causas contra la violencia institucional y contra la violencia hacia las mujeres. Por eso me encontré con un chico diferente. No sé qué pasó ese día, no sé qué pudo detonar una discusión, pero te puedo asegurar que existió una discusión, porque él me lo manifestó. Nunca incriminé a mi hijo, pero en cuanto a mi situación y la de Emerenciano, nunca escondí nada. Te puedo decir que se usó la situación personal de un adolescente con una chica para voltear un gobierno.
-En este tiempo, ¿pudiste sentarte con César para hablar, para preguntarle qué pasó ese día?
-No, no tuve. César es un chico que no vivía conmigo. Hay cosas que las voy a decir en la declaración, pero él no vivía conmigo. Hay cosas que se van a enterar en el juicio, pero con pruebas. Ahora lo veo una vez por mes y son solo dos horas que estamos, y trato de recuperar a ese chico que conocí y que ahora está mal medicado. Yo lo he visto llorar mucho y no me dice por qué. Pero él es mi hijo y tengo que ayudarlo a que se recupere. Un chico que cae preso a los 19 años, sin haber pisado una comisaría, solo, aislado. Lo que te puedo decir es que no toco el tema con él, quiero que lo desarrolle la Justicia.
-Entiendo que no lo toques ahora, pero luego del hecho en 2023 tuvieron varios días entre el 2 de junio y la tarde en que los detienen, el 9 de junio. ¿No hablaste con él en esos días?
-Ese 2 de junio, donde supuestamente ocurrió eso que todos dicen, nosotros al otro día teníamos mucha actividad. Estábamos en la previa de unas PASO. Nuestro movimiento social era una organización chica, pero se demandaba mucha cosa. Teníamos que generar actividad. Hasta ahora me planteo: no supe esa realidad. Y en ese contexto, él incluso se fue a un lugar donde teníamos un evento, no se estuvo escondiendo. Te digo algo que mi abogada me dice que no diga, pero esa cámara que está enfrente (N. de R.: enfrente de la casa del crimen, la que tomó las imágenes de Cecilia entrando) la hicimos colocar nosotros por los robos. Todos sabíamos que estaba esa cámara ahí. ¿Cómo vamos a planificar sabiendo eso? Y hablan del contacto con el poder: si hubiésemos tenido tanto poder, no nos hubiesen hecho esto.
La cámara de seguridad que tomó a Cecilia ingresando al domicilio de los Sena.¿Lo intentaron llamar a Jorge Capitanich ese día del allanamiento? Es una versión que se mencionó en las últimas jornadas de audiencias
-Primero, que no teníamos el número. Cuando viene la Policía al allanamiento (N. de. R.: en la casa de los Sena, el 9 de junio, cuando los detienen), yo no estaba presente. Era impresionante por la cantidad de policías que había. En ningún momento llamé a los compañeros, que es lo que hacen los movimientos para que te vengan a hacer el aguante. Pero nosotros no lo hicimos. Le pedí a una compañera que me consiga el teléfono de algún jefe de policía para ingresar a mi casa. Yo quería que terminara el allanamiento. Si yo hubiese tenido el número de Coqui, lo llamaba, pero no lo hice.
-Los fiscales pedían incorporar una prueba al expediente donde figuraba un intento de llamado a él.
-No, yo pedí el teléfono para que me ayudaran. Se lo pedí a una chica que trabaja con él, que me lo consiguiera. Nunca lo llamé, pero nunca lo conseguí. Si yo fuese tan íntima, hubiese tenido el número.
Marcela Acuña y Fabiana González, el día de la declaración testimonial que complicó a los Sena (Foto gentileza mascontenidos.net)-¿Cómo te llevabas con Cecilia? En algunos chats que figuran en la causa, ella dice que vos la odiabas.
-No la conocía en el sentido de conocer a alguien. Era una de las tantas chicas que iba a mi casa. Pero me extraña, porque ella jamás me lo expresó, jamás me lo dijo. Mucha gente, en términos políticos, me ha dañado y jamás he hecho nada, por mi concepción cristiana. Pero te puedo asegurar que no. Es más, en su momento yo le decía a Emerenciano: “Qué bueno que César esté con una chica grande, porque está más contenido con la chica”. César jamás me dijo que ella no me quería. Me sorprende por el tema del odio. Además, creo que a ninguna suegra nadie la quiere, o que ella tenía un preconcepto. Pero nada.
-¿Y César qué te decía de ella?
-Era un chico muy sociable. No me decía nada, ni bueno ni malo. Le dije nomás por qué se casó tan pronto y no me dijo. Pero ahora lo sé y lo voy a decir en el juicio. No quiero hablar de eso.
Marcela Acuña, junto a César Sena.-¿Nunca mandaste a investigar quién era ella? ¿O a seguirla?
-No, nunca. Me llamaban la atención algunas cuestiones, pero no tenía tiempo de nada. ¿Y voy a tener tiempo de andar siguiéndola? Esas cosas son muy de Netflix. Uno pregunta quién era esa chica, pero nunca tuvimos una cosa de prejuicio. Nunca me involucré en esa relación de él. Sí siempre me involucré en la educación de él.
-¿Sentís que van a salir libres vos y Emerenciano?
-No lo sé. La verdad es que hoy no lo sé, porque acá está metido el poder, y la verdad que dudo mucho. No por el jurado. Me gustaría salir libre, pero no depende de mí. Ni siquiera creo que dependa de un jurado. Ellos sabrán quién dice la verdad y quién mintió para llegar al poder. No puedo hablar de las pruebas, pero sí creo en Dios, en la gente. Veremos qué dice. Así como bendigo a Gloria Romero, bendigo a toda la gente que habló mal, a la que mintió. Están a tiempo de arrepentirse. Dios tiene la última palabra.
