“Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha“. Esa fue una las tantas frases célebres que lanzó Diego Armando Maradona. Ahora, a cuatro años y medio de su muerte, es la Justicia la que se mancha, ya que se suspendió el juicio y habrá que hacer otro, desde cero.
El martes pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro se quedó con dos integrantes, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, después del apartamiento de Julieta Makintach a raíz del escándalo por la filmación de un documental donde ella era protagonista, con grabaciones prohibidas dentro de la sala.
“Los actos serán declarados nulos”, aseguró Savarino pasadas las 12.50 de este jueves. Y agregó que “la doctora Makintach marcó un perjuicio para las partes y para los jueces del tribunal”.
“Consideramos que la intervención de la doctora Makintach marca la nulidad del debate”, sostuvo. También dijo que todo se retrotraerá a la audiencia del 338, que es la etapa de presentación de pruebas.
Además, marcó que tendrá que haber nuevos jueces: “Creemos que la causa tiene que sortearse en otro tribunal”.
Savarino remarcó: “El juicio estaba bien desarrollado por todos nosotros menos por una persona que fue apartada”.
Su par Verónica Di Tomasso eligió parafrasear al astro fallecido: “Hubo una persona que se equivocó y pagó, y está pagando y seguramente va a seguir dando explicaciones, pero no es la Justicia, y la Justicia no se mancha”.
La decisión hizo llorar a Dalma y Gianinna Maradona, hijas del ex DT, quienes fueron consoladas por su abogado Fernando Burlando.
El debate había comenzado el 11 de marzo y desde entonces hubo 20 audiencias, entre ellas la de la bochornosa salida de Makintach el martes último.
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Así es el primer capítulo del polémico documental de la jueza que investigaba el caso Maradona
El fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, y los abogados de los particulares damnificados, habían solicitado la designación de jueces nuevos, a lo que adhirió Julio Rivas, defensor del neurocirujano Leopoldo Luque (43), uno de los siete profesionales de la salud acusados de “homicidio simple con dolo eventual”.
También eran juzgados la psiquiatra Agustina Cosachov (40), el psicólogo Carlos Ángel “Charly” Díaz (33), la médica coordinadora de Swiss Medical Nancy Edith Forlini (56), el coordinador de enfermeros Mariano Ariel Perroni (44), el enfermero Ricardo Omar Almirón (41) y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna (52).
La enfermera Dahiana Gisela Madrid (40) será sometida a un juicio por jurados, por fuera de los otros imputados, tal como solicitó su abogado defensor, Rodolfo Baqué.
Maradona tenía 60 años cuando murió el 25 de noviembre de 2020 en precarias condiciones en una casa alquilada en el barrio privado San Andrés, en Benavídez, partido de Tigre, 22 días después de ser operado por un hematoma subdural en la Clínica Olivos, de Vicente López.
Los fiscales Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra establecieron que el equipo médico fue “deficiente”, “temerario” e “indiferente” en su accionar, ya que “no hizo nada” para evitar su fallecimiento.