Maximiliano Pullaro buscará consolidad su poder territorial
En los comicios del domingo, el frente Unidos para Cambiar Santa Fe, que comanda Pullaro y que nuclea a la UCR, al PRO y al socialismo, entre otras fuerzas, pondrá en juego 16 de las 19 alcaldías. Lo ocurrido en abril permite tener un primer acercamiento al escenario. En la ocasión, el mandatario radical encabezó la boleta a convencionales constituyentes por distrito único, alzándose con un triunfo por más de 20 puntos al peronismo e imponiéndose en todos los departamentos de la bota. Sin embargo, el exministro de Seguridad local no logró romper el 40%: obtuvo cerca del 35%, contra el 15% del peronismo y el 14,1% de los libertarios.
Para la Casa Gris, la batalla venidera será netamente provincial, apalancándose en los buenos números del gobernador. Por el contrario, LLA buscará nacionalizarla, intentando usufructuar la imagen positiva de Milei entre el electorado. En ese marco la lupa se posará sobre la elección rosarina. Si bien el mandatario local ganó en la categoría a convencional constituyente por distrito único, todas las listas del justicialismo juntas se impusieron en las PASO, mientras que el exconductor televisivo y actual candidato de la Casa Rosada, Juan Pedro Aleart, se convirtió en el dirigente más votado.
Ese antecedente entusiasma a celestes y violetas por igual, quienes avizoran un final cerrado entre ambos. En cualquier caso, ya sea que gane el panperonista Juan Monteverde o Aleart, el intendente Pablo Javkin quedará debilitado en la Legislatura, por lo que se abrirá una nueva etapa política en la ciudad.
Por el contrario, Unidos remarca que será una pelea de tercios y que su edil, Carolina Labayru, está en la conversación central. Labayru sumó en las últimas horas el apoyo explícito de Mauricio Macri. El expresidente grabó un video en el que pide que el próximo 29 de junio “acompañamos a Caro Labayru, a Anita Martínez y al gobernador Maxi Pullaro”. “Estoy convencido que Unidos es el mejor equipo para transformar la ciudad. Es con la U”, apuntó Macri en un mensaje.
La semana que pasó tuvo a Santa Fe como epicentro de distintas noticias locales con impacto nacional. El miércoles, por caso, Pullaro supervisó un mega operativo policial en el que se realizó el “vaciamiento” de las comisarías rosarinas, trasladando a más de 400 reclusos a la nueva Sub Unidad 4 del Complejo Penitenciario. Se trató un abordaje a una de las agendas más calientes: seguridad. Tanto la gestión provincial como municipal buscan dar una imagen de normalidad de la urbe, luego de años asolada por el crimen organizado. Ejemplo de ello es, por ejemplo, la celebración por el Día de la Bandera, donde cerca de 200 mil personas festejaron en las calles.
Por otra parte, el gobernador encabezó un scrum provincial a la Corte Suprema, donde participó de una audiencia de conciliación para avanzar en la disputa por la deuda que la ANSES mantiene con el distrito. En concreto, reclama un piso de u$s800 millones. El mandamás llegó a tribunales en compañía de sus antecesores Omar Perotti, del peronismo, y del socialista Antonio Bonfatti, en una muestra de transversalidad y poder político. El resultado de la mediación con el Gobierno nacional fue un impasse de 15 días para avanzar en detalles técnicos de un eventual acuerdo.
Finalmente, este jueves comenzó la colocación de los pilotes del puente Santo Tomé – Santa Fe, un histórico proyecto abandonado por Nación, que finalmente fue absorbido por la jurisdicción litoraleña. Precisamente, la obra pública es otro de los activos con los que la administración local saca pecho, contrastando con el plan motosierra impulsado por la administración libertaria.
En sus cuarteles, avizoran un frente fortalecido el lunes, aunque advierten que inmediatamente comenzarán a trabajar en la convención constituyente, que se inicia el 14 de julio. De cara a octubre, el futuro de Unidos es una incógnita.
El peronismo se entusiasma con dar el golpe y ganar Rosario
El justicialismo, por su parte, apela a que estas elecciones sean el primer peldaño de una renovación pendiente. Tras la derrota del 2023, en las PASO y la constituyente el pan peronista Juan Monteverde consiguió un 22% en toda la provincia, logrando doblar al senador PJ Marcelo Lewandowski (8%), que jugó por fuera. Ahora, Monteverde buscará dar el golpe en su terruño, Rosario. De lograr un triunfo, quedará posicionado como referente natural para disputar la intendencia local en 2027, objetivo de máxima.
Originario del espacio de centroizquierda Ciudad Futura, el dirigente logró aunar el apoyo de las principales tribus celestes, incluyendo al PJ, al Movimiento Evita, a La Cámpora y al Frente Renovador, entre otros.
El postulante apeló a una campaña de proximidad, con diversas recorridas como eje. De hecho, ni siquiera tuvo un cierre formal. En sus filas imaginan un final cerrado con LLA, aunque se ven ganadores el lunes. No obstante, hay luces de alerta por la dispersión que implicarían listas peronistas que quedaron por fuera de su frente, Más para Santa Fe.
En concreto, miran de reojo a las candidaturas de Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta. Ambos pudieron sortear el piso de las PASO y competirán el domingo. Otra amenaza es la del voto útil. Temen que, dado el resultado de las primarias, sufragios de Unidos fuguen hacia el libertario Aleart, como un dique de contención a un eventual triunfo celeste. Vale recordar que en 2023, Monteverde quedó a las puertas de arrebatarle la intendencia a Javkin, en una pulseada que lo catapultó a las primeras ligas del debate provincial.
Similar postal ocurre en la capital santafesina, donde el PJ empuja la candidatura Pedro Medei, un dirigente joven, cuyo origen es el Frente Renovador de Sergio Massa, quien apeló a una campaña moderna y efectiva, de acuerdo a lo que incluso reconocen voces de otros espacios.
La Libertad Avanza intenta usufructuar la imagen de Javier Milei
Finalmente, el tercer gran accionista de cara a las elecciones santafesinas es La Libertad Avanza. En abril, su candidato a convencional constituyente, Nicolás Mayoraz, obtuvo poco más del 14%, un resultado magro teniendo en cuenta que era el alfil de la Casa Rosada. Sin embargo, el guarismo no es malo si se entiende que se trata de una fuerza debutante. Su gran caballo de batalla ahora es la candidatura del periodista Juan Pedro Aleart, quien adquirió un alto perfil en la sociedad por conducir el noticiero “De 12 a 14” del Canal 3 local.
Aleart tuvo un bautismo de fuego positivo, consagrándose como el postulante más votado de la ciudad en las PASO rosarinas, con cerca del 31%. Ahora, buscará revalidar esos números apelando al padrinazgo de Javier Milei. La estrategia no es nueva: los libertarios ya la aplicaron en Misiones, con Diego Hartfield, y en CABA, con Manuel Adorni. El objetivo es acercar al mandatario a sus postulantes y blindarlos de otras expresiones similares que buscan rapiñar votos de la Casa Rosada sin la bendición oficial.
Las visitas de Karina Milei y Martín Menem a las provincias son un ariete en esa línea. Precisamente, los dirigentes desembarcaron en Rosario la semana pasada. “Juan Pedro Aleart es lo que Rosario necesita para traer las ideas de nuestro presidente a la ciudad. Este domingo es libertad o kirchnerismo”, comentó la secretaria general de la Presidencia. A la vez, el dirigente rosarino se mostró con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con quien sacó pecho por las políticas en el área aplicadas en la ciudad.
La intención de los apóstoles mileístas es jugar con dirigentes propios en todas las jurisdicciones. Su eje, sin embargo, serán los comicios de octubre, donde buscarán robustecer su escueta ingeniería en el Congreso, para dejar de depender de votos prestados. Los violetas vienen mostrando buenos números en las grandes ciudades como CABA y la capital de Salta, donde lograron batir a los oficialismos locales.
El desafío general para todas las fuerzas será lograr un amplia participación. En abril, el índice marcó apenas un 60%, mientras que ese número fue 55% en Rosario. Se trata de guarismos similares a los que exhibieron todas las provincias que acudieron a las urnas hasta hoy.