Después de 90 días, la Justicia federal pidió que se extienda la prisión preventiva de Konstantin Rudnev (57) y seguirá preso en la Unidad Penitenciaria Federal Nº 6 de Rawson, en Chubut, en un sector de máxima seguridad.

Al menos hasta septiembre, el fiscal federal Fernando Arrigo podrá continuar con la investigación -calificada como compleja- con Rudnev preso.

Mientras tanto, continúan reconstruyendo los pasos de la organización en el país, además de analizar dispositivos electrónicos secuestrados y los movimientos de dinero, con la complejidad de la necesidad de traducir conversaciones y documentos.

Las pericias las realiza la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) de Bariloche y la Policía local.

El señalado como líder de la secta está acusado de liderar una organización criminal vinculada a la trata de personas.

Asimismo, hay otros 18 investigados, entre ellos solo otro hombre, que integrarían esta banda, aunque no está claro si son víctimas o partícipes necesarios de los delitos que ocurrían dentro de la secta.

También hay una mujer acusada por narcotráfico, ya que encontraron drogas en su equipaje, y otra por falsificación de documentos públicos.

El ruso acusado de liderar una secta.

La secta Ashram Shambala fue fundada en 1989 en Novosibirsk, en Siberia, por Konstantin Rudnev, que se autoproclamaba como “Gran Shaman Shri Dzhnan Avatar Muni” o “el extraterrestre de Sirio”.

En 2013 fue condenado en su país a 11 años de cárcel por liderar una organización religiosa que violaba derechos humanos, por abuso sexual y venta de drogas.

La secta fue prohibida en Rusia en 2014.

Rudnev cumplió su condena en 2021 y dejó su país: se mudó a Montenegro donde, tres años después, pidieron su detención por sospechas de “pornografía ritual” y violaciones grupales filmadas en un hotel del que huyeron antes de ser allanados.

Allí encontraron dinero, tarjetas sim, tarjetas de crédito, computadoras y celulares.

Poco después, el líder de la secta ingresó a Argentina y, se presume, se trasladó a Bariloche, junto a otros miembros de la organización.

Algunas de las mujeres detenidas.Algunas de las mujeres detenidas.

Cómo empezó la investigación

La investigación se inició en marzo de este año cuando una joven de 22 años dio a luz en el hospital de Bariloche.

Durante los controles médicos, las autoridades del centro de salud habían detectado situaciones que alertaron al personal. Y el día del parto denunciaron las irregularidades.

La joven habría llegado al país embarazada y las sospechas surgieron porque las acompañantes, también de nacionalidad rusa, no le permitían hablar.

Además, intentaron modificar el acta de nacimiento para que el bebé fuese inscripto con el apellido Rudnev, a pesar de que el personal del hospital ya se los había negado.

De acuerdo a la hipótesis de los investigadores, el objetivo de Rudnev era inscribir al niño con su apellido para agilizar los trámites, obtener la nacionalidad argentina sin tener el tiempo de residencia que exige la ley y así poder moverse libremente entre Argentina y Brasil, donde se ramificaba la secta.

El sospechoso.El sospechoso.

Luego de que las autoridades descubrieran a la organización, Rudnev intentó escapar. La Policía lo interceptó en el aeropuerto de Bariloche junto a un hombre y siete mujeres. Y en Buenos Aires, otras seis personas fueron capturadas. Se presume que se reunirían para viajar con destino a San Pablo, Brasil.

Al momento de la captura, el líder de la secta intentó lesionarse con una hoja de afeitar que escondía en su billetera. Sin embargo, sólo se produjo lesiones superficiales y fue detenido.

La organización había alquilado diferentes casas y los dueños reconocieron movimientos extraños como ventanas tapiadas y cámaras de seguridad en el perímetro.

El juzgado de garantías dispuso la liberación de 17 mujeres y un hombre. Por lo tanto, Rudnev es el único detenido. Su abogado defensor es Daniel Mazzoccone.

El fiscal Arrigo comentó que los sospechosos alquilaron “numerosos inmuebles” con una “capacidad económica destacable”, sin “ningún tipo de inconveniente en el alquiler también de autos de alta gama”.

Y describió que había “alacenas con candado” y mensajes de texto donde “controlaban y castigaban” a miembros “por haber comido un pedazo de pan”.



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