Desde hace algunos meses que la Justicia tiene en la mira al pastor evangélico de Roberto Tagliabué, de Mar del Plata. Nueve personas lo acusaron de explotación laboral y ahora Laura Mazzaferri, fiscal federal, pidió en las últimas horas 14 años de prisión para el pastor, la inhabilitación perpetua para estar en un centro de rehabilitación y un resarcimiento millonario, inmuebles y bienes para las víctimas que lo denunciaron.

El debate judicial contra el pastor arrancó el 26 de mayo pasado. Y desde entonces, la fiscalía viene trabajando en el alegato final que se dio este lunes. Lo acusa de explotación laboral, pero también de ejercicio ilegal de la medicina, comercialización de fauna silvestre y de maltrato animal.

El lunes próximo, Tagliabué tendrá lugar para su defensa en la voz de su abogado, Mauricio Varela. Hay un pedido por parte de la Fiscalía de resarcimiento millonario en su contra más allá de los 14 años de prisión: 136 millones de pesos, que serán divididos entre los denunciantes de acuerdo a la cantidad de tiempo que estuvieron sometidas en el caso.

Además, se requirió el decomiso de dos inmuebles ubicados sobre la calle Génova al 8100 y el predio donde se emplaza la iglesia, como así también de cinco vehículos y dos motos secuestradas, que serían propiedad de Tagliabué.

En su alegato Mazzaferri apuntó al pastor bajo los delitos de “trata de personas con fines de explotación laboral agravada”. Según sus dichos, Tagliabué era responsable de un supuesto centro de rehabilitación de adicciones, y hay nueve personas que lo denunciaron por ser captados bajo un falso tratamiento.

La fiscal sostiene la hipótesis de que Tagliabué era la persona que recibía a las víctimas en el “hogar” y los hacía realizar tareas de mantenimiento y limpieza. Tanto de su casa como de la iglesia; además de venta ambulante, “changas” y limpieza en otro hogar.

“Mediante engaños y falsas problemas de rehabilitación, Tagliabué desarrolló maniobras de intimidación, de extorsión como violencias varias, amenazas y acoso sexual”, declaró la fiscal en su alegato.

Según las denuncias, todo ocurrió en el lugar en el que funcionaba la iglesia El Shaddai y el “Programa Cristiano de Rehabilitación de Adicciones” (PCRA). Estaba ubicada en el barrio Pueyrredón, a unos seis kilómetros del centro de la ciudad balnearia, en dirección hacia el suroeste.

En la presentación realizada ante el Tribunal Oral Federal, la fiscal señaló que Tagliabué utilizó engaño y violencia a una multiplicidad de personas en situación de “suma vulnerabilidad”. Según la acusación, los hechos están encuadrados durante 20 años, entre el 2001 y agosto de 2022, cuando se realizó el allanamiento por parte de la Justicia Federal.

La finalidad de las maniobras investigadas, según estableció la fiscalía, era la explotación laboral, que se daba a través de la venta ambulante, y la atención de dos negocios que tenía el pastor en la zona, según puntualizó el diario La Capital.

Durante la semana pasada y en el cierre de las declaraciones testimoniales, el juez federal Roberto Falcone dispuso de una inspección en dos inmuebles del mencionado barrio Pueyrredón donde supuestamente sucedieron los hechos.

En la Iglesia El Shaddai, propiedad de la Asociación “Asambleas de Dios”, donde además funcionaba un comedor en el que se alimentaban a unas 170 personas, personal policial tuvo que irrumpir para hacer la inspección en el lugar que se encuentra tomado hace poco más de un año.



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