“Leoncito tuvo justicia“. La familia de León Aquino estalló en llanto apenas supo de la condena para su mamá y su padrastro: perpetua para ambos. La Justicia valoró en el fallo que hubo ensañamiento y alevosía contra un bebé de un año y medio que sufrió torturas inimaginables en su casa de Berazategui.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Quilmes había dictado el veredicto de culpabilidad contra Yesica del Carmen Aquino (36) y Roberto Carlos Fernández (31) el pasado 4 de septiembre. Este lunes dio a conocer el monto y los fundamentos, según pudo saber Clarín.
En el caso de la mujer, se tuvo en cuenta el agravante del vínculo con la víctima, que era el menor de sus seis hijos.
Es la misma pena que había requerido la fiscal María de los Ángeles Attarian Mena, quien sostuvo que “León tuvo un sufrimiento totalmente innecesario hasta su muerte”.
El nene vivía con otros cinco hijos de la mujer, de entre 8 y 16 años, que también sufrían padecimientos similares. Murió el 23 de septiembre de 2021.
En el hospital descubrieron numerosas lesiones y una aguja de 2,5 centímetros clavada en la zona lumbar, que le atravesó la piel y se posó en un músculo.
Este objeto, que lo dejaban en la cuna, a mano, para castigarlo cuando lloraba, estaba oxidado y le provocó una infección generalizada.
El día que se precipitó todo, el 19 de septiembre, las hermanas de la mujer aseguraron que la pareja puso la música a todo volumen para ocultar lo que pasaba. “León reaccioná“, gritó Aquino. “Llamá a una ambulancia que se ahogó con la leche“, respondió Fernández.
Según lo que pudieron reconstruir, el padrastro le puso la mamadera y lo tapó completamente con frazadas y almohadas. Como lloraba, el hombre entró al menos cuatro veces al cuarto, sin permitir que otros lo hicieran, hasta que no se lo escuchó más.
El nene fue llevado por la pareja al Hospital Evita Pueblo, de Berazategui. Dijeron que se había ahogado con la mamadera. Lo derivaron al Hospital El Cruce, en Florencio Varela, donde dieron intervención a la Justicia por las numerosas lesiones que presentaba, indicativas de maltrato infantil.
La autopsia estableció que el nene falleció de un cuadro séptico producto de la aguja, que estaba alojada en su organismo desde hacía un tiempo y habría producido una hemorragia, al margen de estar contaminada con bacterias y/o virus.
En el requerimiento de elevación a juicio, que hizo la fiscal Gabriela Mateos, de la UFyJ N° 3 de Berazategui, se reseña el martirio sufrido por el bebé, sobre todo de parte de su padrastro, lo cual también fue confirmado por las hermanas de la imputada.