La Corte Suprema dejó este martes firme el fallo contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad, inaugurando una nueva etapa en la política argentina. Entre las esquirlas, se destaca el encuadramiento de todas las tribus del peronismo en defensa la expresidenta, incluso en las provincias, donde facciones que hasta ayer se disparaban con munición pesada sellaron una tregua por lo menos temporal. El hecho impactará en las candidaturas y el armado de las listas nacionales y bonaerense.
Sentenciada a seis años de prisión e inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos, Cristina no podrá postularse por la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, tal como deseaba. No obstante, seguirá teniendo un rol protagónico en la conversación dentro del peronismo; al menos así lo dejó trascender con las distintas actividades que mantuvo mientras el máximo Tribunal definía su futuro.
En cuanto al ecosistema de apoyos, la exmandataria se granjeó el respaldo de los otros dos actores mayoritarios de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa y Axel Kicillof, así como también de todos los gobernadores del espacio, sin fisuras. Desde los números puestos, como Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), hasta los díscolos Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), los caciques enviaron sus mensajes contrarios a la condena, toda una proeza teniendo en cuenta las diferencias notorias que los atraviesan.
Pausa en la interna bonaerense y respaldo del kicillofismo
Pero la noticia no solo machacó en la superficie, sino que hubo réplicas hacia abajo, donde bandos encontrados del peronismo fumaron la pipa de la paz, al menos por unas horas. El caso más claro es la provincia de Buenos Aires, donde una interna cada vez menos velada entre la expresidenta y el gobernador amenazaba con dejar tierra arrasada en el UP. Ahora, ante la amenaza externa, las tribus freezaron la pulseada. Kicillof, de hecho, acompañó a la exvicepresidenta lunes y martes en la sede del PJ junto a su mesa chica. Su flamante Movimiento Derecho al Futuro (MDF) también movilizó a sus bases para respaldar a quien fuera su artífice política.
En despachos bonaerenses todavía no aventuraban escenarios a futuro. Mientras trascendía el rumor de que el mandamás podría dar marcha atrás con el desdoblamiento electoral, su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, advertía que la opción existe pero que no había recibido ninguna directiva por parte del titular del Ejecutivo. Otras voces consultadas por Ámbito daban cuenta del sismo. “Es un caos”, graficaban, mientras sostenían que“no se puede vivir en el lado electoral de la vida”. Preveían, además, una Cristina activa aunque con menos poder de fuego, consecuencia lógica su situación de encierro, que sería domiciliario.
Este miércoles, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los lugartenientes más cercanos a La Plata, enfrentado abiertamente con el kirchnerismo puro, marchará a la vivienda de la extitular del Senado para brindarle su apoyo. Incluso el acalde de Esteban Echeverría, Fernando Gray, uno de los más críticos de la conducción K, afirmó: “Lo pensaba en aquel momento y hoy lo sostengo: las grandes mujeres y los grandes hombres del peronismo sufrieron persecución, exilio y proscripción. Lamentablemente, Cristina no es la excepción”.
La Ciudad de Buenos Aires tampoco fue la excepción. Los referentes de las tres listas peronistas que compitieron el 18 de mayo salieron en defensa de Cristina. Leandro Santoro, Juan Manuel Abal Medina y Alejandro Kim compartieron sus mensajes en las redes sociales. De hecho Santoro y Guillermo Moreno, jefe político de Kim, asistieron al departamento de San José y Humberto 1, donde la exvicepresidenta espera cumplir su condena. Abal Medina, por su parte, aseguró que es “inadmisible culpar a una presidente por hechos de esta naturaleza” y consideró que es “desconocer absolutamente la estructura del Estado y el funcionamiento de la administración pública”.
Tregua entre tribus peronistas en las provincias
En territorio fueguino, la noticia también encuadró a las diversas expresiones del peronismo que administran la isla grande. Desde el gobernador Gustavo Melella, proveniente de FORJA, hasta los intendentes de Ushuaia, Walter Vuoto; Tolhuin, Daniel Harrignton; y Río Grande, Martín Pérez, los respaldos fueron unánimes. Aunque la convivencia es aceptable, el calendario electoral amenaza con subir la tensión en la puja por el armado de las listas.
Vuoto, en su carácter de presidente del PJ provincial, alista un acto para el domingo en el que invitará a todos los sectores de la órbita celeste. “Ahí vamos a ver si se muestran todos”, anticiparon desde la organización. Este año la provincia deberá elegir senadores. Actualmente, el justicialismo tiene dos de las tres bancas: María Eugenia Duré y Cristina López.
Símil escenario se dio en Jujuy. Allí el Partido Justicialista fue intervenido por Cristina Kirchner, generando una diáspora referenciada en la senadora nacional Carolina Moisés. Tanto la línea oficial, hegemonizada por el kirchnerismo, como Moisés respaldaron a la expresidenta. “La judicialización de la política es la herramienta de los nuevos autoritarismos, el retroceso democrático es el peor resultado de la manipulación del poder judicial. No es un poder independiente, es oportunismo, proscripción y venganza contra Cristina”, planteó la legisladora.
En Río Negro, el PJ y sus líneas internas enfrentadas se sumaron a “bancar los trapos”. Allí conviven los sectores del kirchnerismo puro, referenciados en el senador Martín Doñate, y otros refractarios, como la corriente del exministro de Justicia y DDHH Martín Soria y de su hermana, la intendenta de General Roca, María Emilia Soria.
El justicialismo chaqueño se declaró en estado de alerta y movilización “junto a toda la dirigencia de la provincia”, según informó su líder, el exgobernador Jorge Capitanich. “En este momento oscuro para la democracia, intentan proscribir a Cristina con un fallo sin pruebas. Pero Cristina no está sola, estamos con ella”, tuiteó.
Cabe recordar que este año ocho provincias elegirán senadores. Para el peronismo esa es la madre de las batallas, ya que la Cámara alta es su principal bastión de resistencia al mileísmo. De las 24 bancas que se pondrán en juego, UP arriesgará 15. Teniendo en cuenta el panorama previo y cómo se desarrollaron los comicios provinciales hasta el momento, el panorama no es positivo. La marca Milei todavía es fuerte y en la Casa Rosada apelan a robustecer sus estructuras legislativas.
En ese marco, la condena contra Cristina generó una doble lectura en los distritos. Por un lado, revigorizó y dotó de mística a un movimiento que deambula sin curso fijo, todavía avasallado por el fenómeno libertario. Pero, por el otro, su dirigente más reconocida tendrá menguado su accionar. El segundo ítem, sin embargo, no es todo pérdida. O al menos así lo creen algunos jugadores, quienes ven una oportunidad para volver a la carga por los sectores reactivos a la figura de la expresidenta.