Cristian Graf (58), el principal sospechoso del crimen de su ex compañero de colegio Diego Fernández Lima, quien desapareció cuando tenía 16 años en 1984, rompió hoy el silencio en una entrevista donde no supo explicar cómo aparecieron los restos de la víctima en su casa de la avenida Congreso al 3700, en Coghlan.
El hombre admitió, aunque débilmente, que “de alguna forma no es común que aparezca un cuerpo de un conocido tuyo ahí” en el jardín, aunque se desligó de lo que ocurrió: “Nadie de la familia fue, cómo pasó no sé“.
“Tengo la conciencia limpia, mi familia tiene la conciencia limpia”, dijo al canal TN en su casa, donde marcó el lugar en el que fue hallado el cuerpo de Fernández Lima, de manera fortuita, mientras obreros trabajaban en una construcción vecina, en un chalé donde había vivido un año el músico Gustavo Cerati, el fallecido líder de Soda Stereo.
Graf se quejó de que el “acecho mediático es tremendo” y dijo que “es todo un ambiente” en el cual “estás expuesto y señalado”.
Además, remarcó que “lo que hay que entender es que el cuerpo apareció abajo de la ligustrina, cuando estaban haciendo las excavaciones, cuando estaban haciendo la medianera”, en el terreno lindero.
“Casualidad, causalidad, no sabemos por qué, cómo llegó Diego ahí, no sé“, manifestó.
Graf descartó que su papá, ya fallecido, haya cometido el crimen. “Obvio que sí, mi papá no puede ser, de la familia nadie. Ni se me ocurriría pensar eso”, resaltó.
Asimismo, negó que haya sido “amigo” de la víctima: “Jamás vino a mi casa“, enfatizó.
Consultado si le habían “tirado un muerto”, respondió: “La verdad que sí”. Y agregó que “de una forma u otra, al pobre muchacho alguien lo enterró ahí´”.