los turbios diálogos en la casa de los Sena el día que desapareció Cecilia Strzyzowski

Los Sena no eran unos desconocidos para Catalina Ferreira. Había cuidado a la mamá de Acuña hasta su muerte, fue niñera de su nieta y desde principios de 2023 se encargaba del planchado en la residencia de los líderes piqueteros. Este martes, relató actitudes extrañas y movimientos nerviosos que se sucedieron en la tarde del 2 de junio de 2023 en la casa de Santa María de Oro al 1460, Resistencia, apenas unas horas después de consumado el crimen de Cecilia Strzyzowski.

Catalina llegó puntual, a las 16 de ese viernes y fue Marcela quien le abrió el portón de acceso para que estacionara su moto. Ya instalada en la cocina comedor, donde planchaba ropa, vio que Acuña bajó de la planta alta para hacer mate. “Estaba como nerviosa, cambió el lugar donde siempre calentaba el agua y me pareció raro que no me preguntara nada de su nieta”, contó la testigo que fue convocada por la defensa de Acuña.

La líder piquetera retornó a la planta alta y unos minutos después bajó junto a Emerenciano Sena. Antes que ambos partieran en la camioneta, Marcela le dijo a Catalina que si no volvía, sería Fabiana quien le pagaría por el trabajo. Eso también le resultó extraño.

“Cerca de las 17 llegó (Gustavo) Obregón acelerado, como buscando algo. Fue a la planta alta y después me preguntó por qué escalera había bajado Marcela”, agregó. La mujer contó que a partir de ese momento es como que todo comenzó a acelerarse: Obregón recibió un llamado que ella interpretó que era de Fabiana González, su pareja, que le preguntó qué pasó”.

“Cuando él le respondió lo mismo de siempre yo creí que era algo vinculado a la política”, explicó. “Después se fue hacia la vereda y al ratito volvió y me dijo que Marcela me pidió que me vaya, que después me iba a explicar”. Catalina dijo que habitualmente demoraba más de dos horas en planchar toda la ropa, pero ese día se retiró a las 17.08, según el registro de una cámara de seguridad.

El 5 de junio, Catalina le mandó un mensaje a Acuña para recordarle que tenían previsto hacerle el nuevo documento a la nieta de la líder piquetera, pero ya no tuvo respuesta. “Paula (la hija de Acuña) me dijo que le habían hackeado el celular”, fue la explicación que le dieron.

La mujer contó que la relación con Marcela Acuña comenzó entre 2015 y 2016 y que su relación con el movimiento piquetero fue intermitente. “No me gustaba su forma de trabajar”, admitió. Y que eso hizo que le llevara muchos años conseguir la adjudicación de una casa en el barrio Emerenciano.

Catalina contó además que esa tarde Obregón se comunicó con César Sena. “Hola hijo, ¿vas a tardar?”, fue la consulta que le realizó el lugarteniente de Emerenciano. “¿Ahh dentro de media hora volvés? Dale, te espero”, le escuchó decir antes que Obregón le comunicara que debía interrumpir el planchado por orden de Marcela.

Otro testimonio que se escuchó fue el de Marcelina Sena, la hermana del líder piquetero. La mujer que el 4 de julio de 2023 intentó hacerle llegar con los víveres dos esquelas con instrucciones cuando Emerenciano estaba alojado en la comisaría Tercera.

Al borde del llanto, recordó que el 2 de junio su hermano y su cuñada asistieron a la pintada de un mural cerca de su casa, en Barranqueras. Y que ese encuentro terminó con un guiso que contó con la presencia de su sobrino César.

Marcelina contó que en una de las primeras visitas a Emerenciano en la comisaria, éste le juró que no sabía por qué estaba preso, que no había hecho nada.

Respecto de las notas que intentó hacerle llegar a su hermano, sostuvo que retiró la comida del comedor del barrio y que no estaba al tanto de las esquelas ni de la existencia de dos pastillas medicamentosas que hallaron los policías durante la requisa de rutina.

Otros siete testigos que fueron citados por los defensores desfilaron a la mañana ante el jurado popular sin realizar grandes aportes.

El cierre de la jornada fue con la declaración de los oficiales Nicolás Centurión y Gonzalo Álvarez, de la Policía de Chaco. El primero participó de uno de los allanamientos que se realizaron en la casa de los Sena y que una vez concluido se le entregó la llave de ingreso al abogado de los piqueteros.

Por su parte, Álvarez fue el oficial que estuvo cuando los peritos realizaron la prueba de Luminol y detectaron manchas de sangre en el piso y una cama. Luego, a través de un ADN se estableció que pertenecían a Cecilia.

Antes del cierre de la audiencia, la jueza Dolly Fernández les consultó a los defensores si alguno de los imputados tenía previsto declarar antes que se cierre la etapa de producción de pruebas. En principio, está confirmado que Emerenciano Sena, Marcela Acuña, Griselda Reinoso y Gustavo Melgarejo hablen ante el Tribunal y se sometan al interrogatorio.

También podrían hablar Gustavo Obregón y Fabiana González, aunque eso lo decidirán durante la audiencia, adelantó su abogada. César Sena optó por el silencio.

Además, se acordó que el jueves se escucharán los alegatos finales y los defensores dispondrán de 45 minutos para exponer sus conclusiones por cada uno de acusados a los que defienden. Una vez concluido esta etapa, la jueza Fernández está en condiciones de darle al jurado popular las instrucciones finales para que inicie las deliberaciones finales y emita su veredicto. Todo indica que eso ocurrirá el viernes.

Cecilia Strzyzowski desapareció el 2 de junio de 2023. Una cámara captó su ingreso a la casa de los Sena a media mañana. Para la Justicia, allí fue asesinada por su pareja César Sena, quien contó con la colaboración de sus padres, que le dejaron libre la casa para concretar el crimen.

Gustavo Obregón y Fabiana González, el matrimonio de extrema confianza de los piqueteros, son juzgados por encubrimiento; al igual que Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, los cuidadores de la chanchería donde se incineró el cuerpo de la joven en la noche del 2 de junio.

Resistencia. Enviado especial