La decisión estatal, adoptada puntualmente en algunos municipios (San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo, Concepción, Las Talitas, Monteros y Aguilares, aunque con diferencias entre las sendas ordenanzas), de limitar los decibeles o directamente prohibir la comercialización de pirotecnia sonora y sólo habilitar los fuegos artificiales lumínicos, claramente no alcanza.