La audiencia del jueves 15 de mayo fue un punto de inflexión en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60). Ya habían declarado 43 testigos en 18 jornadas y todas las partes se sorprendieron cuando la presidencia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro quedó en manos de la jueza Julieta Makintach.

Esta acción derivó en un cuarto intermedio pedido por el abogado Fernando Burlando. Al regreso, estalló el escándalo. Julio Rivas, defensor del imputado Leopoldo Luque, expresó que le había llegado la información de que uno de los jueces estaba vinculado a la grabación de un documental y pidió identificar a dos personas que estaban en la sala. Una de ellas, María Lía Vidal Alemán, era amiga de la jueza Makintach.

La magistrada negó todo. Rivas finalmente recusó a la jueza, también por una actitud que había tenido hacia un testigo y la imputada Agustina Cosachov. El escándalo judicial comenzaba a gestarse.

Los chats de WhatsApp que aportó la jueza Julieta Makintach con sus pares del tribunal Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso.

Burlando y Mario Baudry, abogado de Dieguito Fernando Maradona, denunciaron penalmente a la jueza y pidieron que la Justicia de San Isidro investigara. Dos días después, el sábado 17 de mayo, comenzó el pedido de disculpas de Makintach hacia sus compañeros del TOC N° 3, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso.

“Ante todo lamento todo lo ocurrido”, comienza el intercambio de mensajes pasado el mediodía. Makintach dijo que su amiga estaba angustiada y que esperaba “que la tormenta pase”.

Savarino fue quien tuvo la respuesta más contundente: “Estoy muy molesto. Uno lo que busca es hacer un juicio oral como corresponde. Buen fin de semana”.

Me hago cargo de mi ingenuidad y buena intención mal direccionada. Es una alarma de aquí en más para mi. Confío en poder aprender de esto, ¡sin duda así será!”, replicó su compañera de estrado.

Los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach. Foto REUTERS / Agustin Marcarian.Los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach. Foto REUTERS / Agustin Marcarian.

El lunes 19 de mayo Makintach intentó volver a hablar con Savarino y Di Tommaso, pero no tuvo suerte. Al día siguiente, martes 20, el pedido de disculpas de la jueza comenzó temprano, pasadas las 7 de la mañana.

“Entiendo que estén molestos y disgustados por cuestiones vinculadas a mí. Pero no hice nada malo, ni vendí un documental, ni hay operaciones o contratos con productoras ni ninguno de los delitos que intencionadamente me atribuyen para ensuciar la cancha, porque es claro que están negociando todo por atrás y el juicio, la legalidad y la verdad les importa poco y nada”, sostuvo, apuntando visiblemente a algunas de las partes.

En la misma conversación, que se dio en un grupo de WhatsApp llamado “Juicio DAM”, Makintach preguntó sobre cuestiones referidas al debate. Antes de iniciar la audiencia de ese día, volvió a pedir disculpas. “Pido disculpas nuevamente y puedo (sic) que como colegas puedan cuidarme y resguardar la legalidad del debate entre los tres”, escribió.

Hasta ese momento, Savarino y Di Tommaso no respondieron las palabras de la magistrada señalada.

Julieta Makintach, junto a Darío Saldaño, uno de sus abogados. FOTO: Francisco Loureiro.Julieta Makintach, junto a Darío Saldaño, uno de sus abogados. FOTO: Francisco Loureiro.

En la audiencia se demostró que existen pruebas para comprobar la realización de un presunto documental. Por esa razón se definió un cuarto intermedio de una semana para que la Fiscalía N° 1 de San Isidro investigara.

Makintach habló con un juez de San Isidro, que le dijo que no se excusara. Todo se lo explicó a los otros dos magistrados, a quienes les pidió nuevamente poder reunirse para explicarles la situación. Di Tommaso le respondió que por el momento prefería que no y le pidió “prudencia”. Savarino coincidió.

Me arrepiento infinito. Pero no puedo volver el tiempo atrás así que toca defenderme convencida de que no cometí ningún delito y que esa ‘denuncia’ no es causal de recusación. Si con una denuncia remueven a un juez, entonces que elijan ellos quien los juzga (…) ¡Lamento que estén pasando por eso por mi culpa! Mucho que aprender. Mucho (espero tener la posibilidad de demostrarlo)”, escribió Makintach el miércoles 21 de mayo. Los jueces continuaban con su decisión de no discutir el tema por mensajes.

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Así es el primer capítulo del polémico documental de la jueza que investigaba el caso Maradona

Durante el fin de semana del 24 y 25 de mayo continuaron los mensajes de la jueza, sin respuesta de sus colegas. Les envió link de notas periodísticas y les dejó una frase en el mismo sentido que días anteriores.

Quisiera ir mandándoles las novedades de la causa penal y las razones por las que no voy a aceptar la recusación. Lamento tanto todo esto. No me alcanza la vida para pedir Perdónnnnnnn (sic) por dar lugar a todo esto”, sostuvo.

El domingo 25 fue un día clave. Por primera vez, la jueza Makintach menciona el posible juicio político en su contra y advierte a Savarino y Di Tommaso que también podrían ser señalados en un jury.

Perdón. No me puedo dormir. Esta idea de un juicio político no solo contra mí sino contra Uds también indica la necesidad de juntarnos los 3 para resolver esto juntos. Yo les aseguro que como tribunal podemos hacer frente a esto, pero necesito que me den esa oportunidad. Nos están coaccionando para que nos apartemos del juicio, buscan anularlo, a cualquier precio“, indicó.

Yo les juro que no hay delito no causal para jury o recusación y que el juicio puede seguir con normalidad dentro de la sala de debate. Pero tenemos que resolverlo juntos los 3, no queda otra solución. Se podrán juntar hoy. Es muy urgente para frenar este disparate”, pidió a las 6.30 de la madrugada de ese domingo.

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Se reveló el guion del documental que que tenía a la jueza Makintach como protagonista

Y continuó: “Creo incluso que podemos hacer una denuncia para frenar todo esto. Los 3. Sola no puedo. Necesito de Uds. tiene q ser como tribunal objeto de coacción agravada”.

No hay delito No hay irregularidad. Tampoco temor de parcialidad (más allá de este escarnio mediático interesado porque quienes solo buscan eso, no podemos permitir que anulen el debate, porque es esa la verdadera mancha que quedaría en la justicia, que usen mecanismos -cualquiera sea, una entrevista, un documental, una canción en un bar- para presionar q los jueces y entorpecer la justicia”, agregó.

Luego de varios mensajes, a las 10 respondió Di Tommaso: “Una verdadera infamia, porque ni Maximiliano ni yo cometimos ningún acto cuestionable. Yo no estoy disponible, por temas personales. Además, no voy a hacer nada más que contraríe mi espíritu y hoy mi único interés es tener tiempo para clarificar las cosas. He respondido por educación. Y es todo cuanto tengo para decir”, sentenció la jueza.

El lunes 26, un día antes de la audiencia, Makintach les envió dos documentos con su excusación.

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La jueza Makintach, poco antes de aceptar su recusación

Ojalá mañana no se lleven puesto al tribunal por intereses oscuros malintencionados. Solo de nosotros 3 depende salvaguardar la justicia y la función judicial para que este debate continúe hasta el final. Es lo que espera el mundo. Es lo q merece la justicia. Lamento haber dado pie para ponerla en riesgo. Cualquier situación mal intencionada puede ser utilizada para evitar la verdad y la justicia. Deseo podamos juntos los 3 hacer frente a este y cualquier otro embate q el futuro nos traiga”, pidió.

La siguiente comunicación fue el martes 27, cuando cerca de las 10.40 los tres jueces arreglaron para bajar juntos a la sala de audiencias. Ese día el mundo observó el guion y el trailer de “Justicia Divina”, una serie documental de seis capítulos que protagonizaba Makintach. Ella lo siguió negando.

El escándalo judicial derivó en la recusación a la jueza de todas las partes. Makintach no tuvo más opción que excusarse. El juez Savarino pidió un cuarto intermedio. El juicio, a las pocas horas, era declarado nulo.

Ahora, en el jury que podría definir su destitución en el cargo, en el Senado bonaerense, en La Plata, la suspendida magistrada apuntó contra sus dos colegas, de quienes dijo que estaban al tanto de las filmaciones. Savarino le respondió con dureza: “Era manipuladora, mentirosa y nos engañó todo el tiempo“.



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