Gobernadores de cinco provincias se dieron cita este lunes en San Juan para participar de un evento de minería dedicado al cobre y dejaron diversos reclamos a Nación en clave federal. Además del anfitrión Marcelo Orrego, estuvieron Gustavo Sáenz (Salta), Carlos Sadir (Jujuy), Raúl Jalil (Catamarca) y Alfredo Cornejo (Mendoza). Si bien el encuentro se centró en temas sectoriales, aprovecharon para dejar un mensaje a la administración de Javier Milei en medio de las negociaciones cruzadas por más fondos para las provincias y la necesidad del Gobierno de blindar los vetos a los proyectos que la oposición aprobó en el Congreso. “La lealtad es de ida y vuelta”, dijo el salteño Sáenz.
Los mandatarios formaron parte de “Argentina Cobre 2025”, una conferencia internacional orientada a definir políticas, inversión e infraestructura para consolidar al país como un proveedor confiable de cobre en el contexto global de la transición energética, que se desarrolló los días 4 y 5 de agosto.
Gobernadores le reclamaron mayor federalismo a Nación
En ese marco, jefes provinciales de cinco distritos con interés en la temática participaron de las jornadas y dejaron algunos mensajes la Casa Rosada, aunque sin elevar el tono. Se trata, en suma, de jefes provinciales, con perfil dialoguista, que no vienen ensayando una oposición frontal a la administración de Javier Milei.
Al respecto, el salteño Sáenz, que viene poniendo sobre la mesa diversos reclamos al Gobierno, afirmó que “tiene que haber un presidente con gobernadores que trabajen de manera conjunta” y que “no alcanza con equilibrio fiscal, también se necesita equilibrio institucional”.
Asimismo, el líder norteño planteó que “los gobiernos nacionales deben entender que las provincias son la ventana de oportunidades que el país necesita”. Reclamó, además, conectividad, rutas, acueductos y gasoductos como claves para el crecimiento.
Por otra parte, pidió que Argentina tiene que dejar de ser un país con minerales para “convertirse en un poderoso país minero”. “Que en Capital Federal entiendan que ahí no tienen un metro produciendo soja, no tienen una hectárea produciendo maíz. No veo vacas, no veo humedales, no veo mineras, no producen nada”, protestó.
“Que le devuelvan al país lo que el país le ha dado. Que de una vez por todas todos tengamos las mismas oportunidades. Eso es libertad; que todos y cada uno de los argentinos tengamos las mismas oportunidades, para que podamos ser un país sin ciudadanos de primera y de segunda”, completó.
Posteriormente, firmó junto a su par catamarqueño cuatro protocolos adicionales al Acuerdo de Facilitación y Fomento para el Desarrollo del Proyecto Minero “Diablillos – Plata”.
“La firma de los protocolos refuerza el esquema de gobernanza compartida que ya se había implementado exitosamente con el Proyecto “Sal de Oro”, operado por la empresa POSCO en el Salar del Hombre Muerto, y que sentó las bases para este nuevo modelo de coordinación interprovincial“, indicaron desde la administración de Salta.
En mejores términos, los gobernadores pusieron en valor el crecimiento de la actividad minera en todo el país, así como también “la estabilidad jurídica” y la implementación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
A su turno, el mendocino Alfredo Cornejo sostuvo que la minería es uno de los nuevos motores que necesita la Argentina para crecer, junto con la energía, y afirmó que el país no puede seguir dependiendo solamente del agro. “La Argentina ha tenido por varias décadas un solo motor de desarrollo y ha sido la Pampa Húmeda. Esa fórmula alcanza, pero para poca gente. La Argentina necesita otros motores de desarrollo”, expresó.
El gobernador remarcó que el cobre se ha convertido en una oportunidad única, tanto desde lo económico como desde lo ambiental. “El cobre es necesario para cuidar el mundo. Mina de cobre que se encuentre, mina que tiene su producto vendido. Esa demanda infinita está lejos de ser satisfecha”, aseguró.
El mandatario también destacó que, por primera vez en mucho tiempo, la Argentina ofrece una ventana de oportunidades políticas, económicas y de credibilidad para atraer inversiones.
“Hoy hay un proceso acompañado por la mayoría del pueblo argentino de desregulación, de menos intervención estatal y un buen clima de mercado. Esa ventana de oportunidades no siempre se ha tenido”, dijo, al tiempo que valoró el acompañamiento de las provincias a la aprobación del RIGI.