Julieta Makintach, la jueza del escándalo en el juicio por la muerte de Diego Maradona, sufrió un incidente en la puerta de su casa. Fue cuando movileros la fueron a buscar para entrevistarla. Apurada, la mujer se bajó de la camioneta, pero se olvidó de poner el freno de mano. Como consecuencia, el vehículo terminó en el medio de la calle.
“Está llegando mi hijo de 10 años”, se excusó Makintach, que terminó con licencia compulsiva por 90 días tras el escándalo que anuló el debate del juicio. Tenía la camioneta sobre la vereda, como saliendo del garaje.
“Por eso, tranca, nos vamos”, respondió un movilero. Makintach tenía un pie abajo del vehículo, con la puerta del conductor abierta.
Cubriéndose la cara con una mano, la mujer bajó de la camioneta. “A ver, esperen, por Dios les pido”, alcanzó a decir. De pronto, la pendiente hizo que el vehículo comenzara a rodar hacia atrás y la puerta chocara con un cesto de basura.
“Uy, cuidado, cuidado con la puerta”, le avisaron los cronistas. “No, este daño lo van a pagar ustedes”, dijo ella.
A Makintach le pedían, a los gritos, que accionara el freno de mano para detener la camioneta. “No puedo, no puedo. Estoy en un colapso”, contestó la licenciada jueza.
“Les pido humanidad”, concluyó.