“Lo tomamos como una falta total de respeto hacia María, hacia Federico (nuestro padre), la sociedad toda que tanto se involucró en el caso, y hacia el resto de la familia”, le dijo Máximo Cash (41), el hermano de María, a Clarín.
Fue después de que se conociera la noticia de que Héctor Romero (71), el único detenido acusado por la desaparición de la diseñadora de indumentaria, el 8 de julio de 2011 en Salta.
María Cash tenía 29 años y Romero -de acuerdo a la investigación- fue la única persona que la vio viva. El último registro de la joven fue en un peaje en la ruta nacional 34, cerca de Salta, haciendo dedo para dirigirse a Jujuy.
Federico, el papá de Máximo y de María, buscó a su hija en todo el país. Falleció en abril de 2014 en un choque mientras seguía una pista que lo llevó hacia el sur del país.
El 26 de noviembre el fiscal Federal Eduardo Villalba pidió la detención de Romero basándose en distintos elementos de la investigación, coordinada por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), que se ocupó de revisar todo el expediente, solicitar nuevas pericias y analizar las existentes. Además, contó con la intervención de Gendarmería Nacional.
El 10 de diciembre, el juzgado autorizó una serie de rastrillajes solicitados por Villalba que se ejecutaron el 11, 12 y 13 de diciembre en dos zonas de monte de Salta. Este operativo se realizó con perros rastreadores, buzos y distintas fuerzas, no arrojó ninguna evidencia, a pesar de que en ese momento se comunicaron algunos avances que -se esperaba- fueran contundentes.
Durante seis meses Romero, que tiene un cáncer avanzado, estuvo con tobillera y en prisión domiciliaria, saliendo sólo para controles médicos y para seguir su tratamiento oncológico.
¿El dolor es por el sobreseimiento o por las falencias en la investigación?
Máximo Cash responde poco. La familia ha decidió resguardarse durante esta etapa de la investigación, tras 14 años de búsqueda desesperada. Es que el dolor es tanto por el sobreseimiento, que tiró por borda la expectativa de encontrar una explicación a lo que pasó con María, como por el tiempo y todos los recursos que se destinaron a una búsqueda que -todavía- no ha traido una respuesta certera para la familia.
Los Cash nunca dejaron de buscar a María y su desaparición es uno de los hechos más controversiales del país. El caso permitió que se creara el Sistema Federal de Búsqueda de personas (SIFEBU) que actualmente centraliza las tareas en investigaciones por desapariciones.
María del Carmen Gallego (80), la mamá de María, estuvo muchas veces al frente de la investigación y de la Fundación María Cash para la Lucha contra el Tráfico y la Trata de Personas.
“Ella siempre lo lleva por dentro, trata de mantenerse alegre con las cosas cotidianas, y un tema como este por supuesto que la pone muy mal sentimentalmente”, describió Máximo en relación a su mamá y cómo impactó en ella esta noticia.
Además, aseguró que “nunca” pierden la esperanza de saber qué pasó con María.
El fiscal del caso, que antes de ser fiscal federal había sido el abogado de la familia, les transmitió que recurrirá a la decisión de la jueza y será la Cámara de Apelaciones la que deberá definir si deja firme la decisión o si vuelve a detener a Romero.