“Estos meses han sido muy complicados”, arranca diciendo Krystal Buckner Murillo (29) en diálogo con Clarín. Habla despacio y tiene que parar la entrevista cuando la angustia la desborda. Tuvo que volver a trabajar aún con licencia médica porque no pudo reactivar los emprendimientos que tenía con su madre. Pasaron 144 días desde que Andrea Murillo Rojas (53) fue encontrada muerta en la casa de Villa Elisa tras un encuentro con Julio Moura (68), el guitarrista de Virus.
El 3 de enero de 2025, Andrea llegó desde Chile para encontrarse con Moura en su casa de La Plata. De acuerdo a los primeros indicios de la investigación, la causa del fallecimiento fue asfixia durante una práctica sexual.
El hecho es investigado por el fiscal Gonzalo Petit Bosnic, que al momento no ha pedido la imputación formal a Moura por ningún delito.
El músico se mantuvo en silencio durante estos meses pero el lunes realizó un posteo en sus redes sociales en el que le habló a Andrea y expresó: “Mi silencio hasta hoy fue por respeto a tu familia, a tus seres queridos y a la Justicia para todo lo que necesiten de mí”.
Y sigue: “Hoy te recuerdo y quiero expresar a todos la maravillosa mujer que fuiste, eres y serás. Tu amistad fue algo que me llenó de gratificación. Estarás en mi corazón por siempre, y honraré tu vida, vida que nada le importó a los que construyen la ‘opinión pública’. Ante la dicha de haberte conocido Andrea…solo debo decir: ‘gracias a la vida'”.
La hija de Andrea respondió a ese posteo con un mensaje en el que lo invitó a contactarse con la familia.
“Ver la publicación me alivió un poco, porque ha pasado tanto tiempo y no hemos tenido ningún contacto de parte de Julio. Siento que él debería acercarse a nosotros, no sé si no lo ha hecho por temor, pero aún así siento que debería contactarnos directamente”, dijo Krystal, que tenía dos emprendimientos con su madre. Un negocio de venta de plantas y otro de arte botánico.
Además, contó que a poco del fallecimiento de su madre sí los contactó Lucía, la ex pareja de Moura pero que él nunca lo había hecho. Lucía fue la primera persona a la que llamó el músico cuando ocurrió el episodio y ella la que decidió comunicarse con la Policía.
“Creo que el hecho de que él (por Julio Moura) se pueda contactar con nosotros va a hacer más fácil empezar a sanar, siento que mi vida está en pausa. Yo no viajé a Argentina, mi hermano tampoco, hicimos los trámites desde Chile para traer el cuerpo. Ha sido emocionalmente agotador este tiempo”, contó Krystal a Clarín.
Kevin, el hermano de Krystal fue quien se encargó de seguir la causa judicial en Argentina pero aseguraron que está todo “como paralizado” y que no han tenido ninguna información sobre los avances de la investigación.
“Yo la verdad no le deseo ningún mal a Julio, no hay rencor. Solo quisiera entender cómo estaba él para no pedir ayuda como correspondía, y quizá ayuda para poder costear un tratamiento psicológico o con un psiquiatra porque desde que pasó todo esto se me ha ido todo a pique económicamente”, aseguró la mujer.
Además, detalló que tuvo que volver a trabajar a pesar de las licencias médicas: “Tuve que verme en la obligación de volver a trabajar porque mis licencias médicas fueron rechazadas, a pesar del dolor que siento todos los días”, lamentó Krystal.
Mientras espera que haya una resolución judicial insistió sobre el pedido de saber la verdad: “Lo que yo quisiera es saber qué pasó con Julio, por qué no pudo prestarle ayuda en ese momento a mi mamá, por qué no llamó a urgencias, por eso creo que si pudiera contactarse con nosotros sería de mucha ayuda”.