El gobierno acaba de anunciar que evaluará con un examen de idoneidad a los empleados públicos.
Resulta curioso uno de los ítems con los que el exministro de Fernando de la Rúa, Federico Sturzenegger, pretende evaluar a los empleados públicos: lógica matemática. Supongamos que no fue solo una petulancia.
La lógica es una disciplina central en la filosofía contemporánea. Desde que Frege, padre de la conceptografía y la deducción natural, y Russell, autor de los Principia mathematica , dieron cauce a la formalización del lenguaje y los razonamientos, la lógica ha ocupado un espacio creciente. Lo hace también en el derecho, de la mano de Robert Alexy o Kurt Gödel. Pero es probable que no exista un solo funcionario del gobierno de Milei capaz de hacer un ejercicio básico de deducción natural. Podríamos probar y que los funcionarios prediquen con el ejemplo. Los que sí pueden son los excepcionales profesores de lógica clásica que tiene la Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, donde imparten clases Eduardo Barrio y Natalia Buacar, Alberto Moretti, Javier Castro Albano, junto a un equipo de jóvenes investigadores, mal pagos, como Lucas Rosenblatt, Diego Tajer, Ariel Roffe, Camilo Fiore, pero de un talento difícil de encontrar en otra parte. La tesis de grado de Fiore sobre el condicional fue publicada en una revista internacional.
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El equipo de Eduardo Barrio está por publicar un libro dedicado a lógicas subestructurales. También se estudia la crítica de las lógicas relevantes a la deductibilidad. Es dudoso que exista un solo funcionario del Gobierno capaz de entender algo de estas discusiones, que en Argentina inició con gran talento Carlos Alchourrón junto con Eugenio Buligyn, que fue decano de la Facultad de Derecho. Fue una de las pocas contribuciones reales de la Filosofía del Derecho argentina al mundo (la biblioteca personal de Alchourrón es hoy el acervo principal de la Sociedad Argentina de Análisis Filosófico, Sadaf). Es imposible que Sturzenegger sepa por ejemplo qué es un cálculo de secuentes o para qué se utiliza. Más fácil es decir cualquier pavada con apariencia intelectual, que hacer algo serio, como se hace en las universidades que el Gobierno denuesta. La UBA hace cosas de vanguardia y merece respeto y apoyo. Porque la “lógica matemática” es una disciplina en búsqueda de encuadre. Sería muy bueno formar en lógica clásica a cualquier estudiante de derecho o funcionario. Los razonamientos serían más claros y serios. Hoy nos domina, como en el Congreso, la banalidad absoluta. Como bien dijo Carrió: hoy la estilista del Presidente es congresista. Antes no pasaba. Antes los diputados eran personas muy preparadas. Sabían de lo que hablaban. Hoy gana no el que piensa mejor. Sino el que grita la burrada más fuerte. Esto conviene a quienes pretenden desguazar el país.
En Francia los funcionarios (altos) deben pasar previamente ellos un riguroso examen. Lo hizo Macron. Es importante que se exija examen no solo a los empleados estatales medios, sino a quienes se postulan para ocupar cargos tan importantes como presidente o ministros. Sería bueno que se hiciera un examen de lógica formal de primer orden acorde en rigor al nivel del cargo, y que lo rindan los ministros primero. Que hagan una deducción natural en público. Si pueden.
*Director del Instituto Latinoamericano de Criminologia y Desarrollo Social.
