Gianinna Maradona (35) se encargó con su declaración de la anterior audiencia del debate de cerrar la etapa de la internación de Diego Armando Maradona (60) en la Clínica Olivos y abrió la puerta de la casa del lote 45 del barrio privado San Andrés, de Benavídez. Allí se instaló el Diez desde el 11 de noviembre de 2020 hasta el día de su muerte, el 25 del mismo mes.
Fue en esa casa que Maradona tuvo altibajos, debido al tratamiento que iba a afrontar por su abstinencia al alcohol. Para ello, fue convocado Carlos Roberto Bacchini (56), alias “Coco”, un acompañante terapéutico que acompañó al paciente la última noche en la Clínica Olivos y los tres primeros días en San Andrés.
Bacchini es empleado del Congreso de la Nación. En su testimonio ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro de este jueves contó que tuvo 20 años de consumo y dos de recuperación. “Estuve a punto de morirme”, se sinceró ante todos los presentes en el recinto, quienes escucharon atentamente su relato.
“No hay que consentir al paciente”, dijo, como presentación, antes de hablar puntualmente de su experiencia junto a Maradona, a quien conoció la noche del 10 de noviembre de 2020.
“Vení ‘Coco´, dame un abrazo y saludame”, fue el recibimiento del Diez para Bacchini, quien fue convocado por su jefe, Carlos Cotaro, a través del Instituto Frenopático, especializado en adicciones.
El testigo utilizó un tono de voz bajo y lento. En varios momentos mostró dificultad para responder debido a que se quebraba su voz, por lo sensible del tema al que se refería.
Esa noche del 10 de noviembre, Maradona la pasó tranquilo, acompañado de sus hijas Dalma, Gianinna y Dalma, además de parte de su entorno.
“En ningún momento se quiso ir. Me pidió el teléfono para llamar a alguien. Tenía dos teléfonos suyos ahí. Me hizo llamar y no salió la llamada. Me pidió que llame a (Oscar) Ruggeri (ex compañero de la selección argentina)”, recordó.

Cuando le consultaron sobre los teléfonos celulares que tenía el ex capitán del seleccionado nacional, el acompañante terapéutico dijo que quiso llamar “pero no tenía línea ninguno de los dos teléfonos”.
El acompañamiento de Bacchini continuó en la casa de San Andrés, donde permaneció entre el miércoles 11 y el viernes 13, cuando debió interrumpir su tarea porque debía operarse.
La primera noche en Tigre
Bacchini llegó a la casa de San Andrés por la noche y cuando Maradona lo vio “se puso contento y pidió que lo abrace”, recordó.
Esa misma noche estuvieron presentes Gianinna y su hijo Benjamín Agüero. “Estuvieron escuchando música. Diego pidió que lo paremos y estuvo jugando al básquet con Benjamín y Gianinna”, sostuvo.
Fue entonces que el testigo mencionó una parte importante de su relato. Ante la pregunta si es importante el ayudante terapéutico para sacar adelante a una persona, Bacchini respondió: “Si se deja, sí. A mí me dio la sensación que Diego quería, pero no podía…(se aflige). Él necesitaba mucho de sus hijos y pienso que eso hubiese sido lo que lo sacaba adelante.”
“Diego era feliz cuando estaba con sus hijos y el nieto. Cuando se iban, se apagaba, no era el mismo”, afirmó Bacchini.
La atención en la casa
El testigo manifestó que realizó su tarea tres días luego de la externación. Su jefe, para convocarlo, lo alertó: “Mirá que no sabe que estamos por ese tema (por las adicciones).”
“Para que acepte tener una compañía se decidió no informarle nada, pero no sé quién lo decidió. Cuando tenía que volver me dijeron que no vuelva, que no íbamos a tener más el servicio. Nos dijeron que Diego no quería tanta gente en la casa”, expresó el testigo.
“¿Cómo era el lugar donde estaba Maradona?”, le preguntó el abogado Fernando Burlando, quien representa a Dalma y Gianinna. “Era una habitación normal que la habían cerrado todo con durlock las ventanas. No tenía baño cerca, estaba en un pasillo a 10 metros. Fuimos a llevar a Diego para el baño porque no podía ir solo, y no llegó. La enfermera lo higienizó y lo acostamos hasta el otro día que se despertó a las ocho de la mañana”, sostuvo.
Luego Bacchini aclaró que al enfermero Ricardo Almirón era al único personal de la salud que dejaba ingresar a la habitación, no así con Dahiana Madrid.

Antes de finalizar su declaración, Bacchini se lamentó sobre la muerte de Maradona: “Es el día de hoy que no puedo creer lo que pasó. Cuando me fui de la casa estaba bien. No puedo explicar qué pudo haber pasado.”
Además, recordó que durante los días que estuvo con Maradona no lo vio con signos de abstinencia y consideró que, al no surgir en los resultados de la autopsia restos de alcohol o drogas, “se demostró el trabajo que se hizo y la voluntad que tenía Diego”.
Por último, ante la consulta de Burlando de cómo era el entorno de Maradona al momento de estar en el domicilio, Bacchini dijo “que se veía que lo cuidaban” y que “no lo dejaban ingresar alcohol”, pero luego le leyeron su declaración durante la instrucción de la causa en la que había señalado que “no era el grupo de personas para que Diego tuviera al lado”.
“Como dije, cuando estaba con la familia era otra persona”, finalizó.