El senador Oscar Parrilli zafó este jueves de recibir una suspensión por estar procesado en la causa que investiga el oprobioso Memorándum con Irán. La sanción para el más ultracristinista de los kirchneristas fue una jugada de apuro oficialista para intentar balancear la inevitable expulsión de Edgardo Kueider del cuerpo, detenido en Paraguay con miles de dólares sin explicaciones.

Pero así y todo, Parrilli debió sentir el frío de la movida. La votación para autorizar el tratamiento de su amonestación en el Senado le salió adversa: 34 colegas la apoyaron, 31 la rechazaron y 1 se abstuvo. Pero para la habilitación, las normas marcan que se necesitan dos tercios de los votos y lo del lacayo de Cristina Kirchner quedó lejos.

No obstante, el neuquino sintió la necesidad de descargar su euforia. Y, como se viene haciendo moda en el kirchnerismo decaído, la reacción llegó desde su dedo índice, con un gesto de fuck you que revoleó en el recinto a sus rivales y que, como otros, fue captado en secuencia por un fotógrafo de Clarín, en este caso Juano Tesone, acreditado para la sesión caliente.

La reacción de Parrilli, ante el vértigo de la instancia, sumó risas por demás exageradas y complicidades, como la de su colega camporista Mariano Recalde, retratado para la historia en las imágenes, atrás y con sonrisa socarrona. La postal quedará en esa historia vergonzante que el kirchnerismo le aportó al Senado, la cámara que supo ser el cobijo de la presidenta del Partido Justicialista.

Si la verba encendida y sus formas son tema de debate en Javier Milei y la moda oficialista, hay que darle a los discípulos de Cristina Kirchner la vanguardia de haber sido innovadores en aportar los gestos guarangos a las instituciones.

La propia expresidenta -en su último día como vice de Alberto Fernández- dejó un fuck you en las puertas del Congreso, como respuesta a algún grito, cuando ingresaba para la jura de asunción de Milei. Parrilli siempre está dispuesto a ir un paso más allá por su jefa.

En otra imagen inmortalizada, el sindicalista Pablo Moyano -ahora renunciado de la CGT que evitó seguirlo en su agenda de queja kirchnerista- dejó otro índice alzado en el Congreso, esta vez, con y por el ministro de Economía y fallido candidato presidencial Sergio Massa.

Aquella escena fue el 20 de septiembre de 2023, en casi otro país. El hijo de Moyano celebraba la eliminación del Impuesto a las Ganancias impulsada en campaña en el palco en el que estaba Massa y varios estandartes del sindicalismo vernáculo: el titular del Sindicato del Seguro, Jorge Sola; Carlos Acuña, de trabajadores de estaciones de servicio; y Héctor Daer, del gremio de la Sanidad.

Aquella imagen de estética siciliana, con la mano derecha del camionero en alto como respuesta a los diputados de lo que fue Juntos por el Cambio, también fue una instantánea memorable del fotoperiodista Tesone.



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