Esa indubitable percepción fue determinante para que Milei tomara la batuta, aunque esta vez con un problema: la chapucería había partido de su más íntimo entorno. Cada vez que él tuvo que actuar para correr a alguien  chasqueó los dedos y lo hizo sin mayores contemplaciones, ya sea con su ex Jefe de Gabinete, su ex canciller o varios secretarios, subsecretarios o personal diplomático. A la hora de ponerle la cruz a alguien, caso Victoria Villarruel, tampoco se lo ha notado blando. En este caso, las cosas fueron hasta ahora necesariamente distintas porque en el medio del zafarrancho estuvieron varios de sus predilectos, su hermana Karina, el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem y hasta el jefe de Gabinete, Guillermo Francos,



Fuente La Gaceta On Line