Las fuerzas políticas de Misiones iniciaron esta semana el sprint final de campaña con miras a las elecciones provinciales del próximo domingo, en las que renovarán 20 diputados de la legislatura local y parte de 11 concejos deliberantes, incluyendo el de su capital, Posadas. Pese al desgaste, el oficialismo provincial llega como favorito a una pulseada que tendrá distintos condimentos a tener en cuenta.
A principios de marzo, el gobernador Hugo Passalacqua, del Frente Renovador de la Concordia (FRC), anunció el desdoblamiento de los comicios para despegarlos de los nacionales, tal como hicieron Salta, San Luis, Chaco, Formosa, Buenos Aires, Corrientes, la Ciudad, Jujuy y Santa Fe. De esta manera, Passalacqua buscó desenganchar el debate puertas adentro del nacional.
Espaldarazos libertarios a la candidatura de Diego Hartfield
El domingo tendrá como novedad el debut de La Libertad Avanza (LLA) en tierra colorada, que empuja como candidato principal al extenista Diego Hartfield. En las últimas semanas, Hartfield recibió el apoyo explícito de la gestión de Javier Milei. Apenas anunciado su nombre, el dirigente recorrió despachos gubernamentales, donde se mostró con funcionarios de primera línea, como el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Posteriormente, recorrió la localidad de Iguazú junto al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Días después, Menem regresó a la provincia, esta vez acompañado por la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quienes desplegaron una agenda electoral en Oberá y Posadas junto al postulante. Fue en la primera parada de ese viaje donde la comitiva enfrentó protestas de yerbateros, agitados por la crisis en el sector. Más tarde, en la capital, Bullrich se sumó a la crew.
Tras los hechos, el exdeportista -que llegó a enfrentar a Roger Federer- redobló la apuesta en sus redes sociales. “Una de las cosas que más me gustaba de cuando jugaba al tenis era ver desesperado al rival, mandándose cualquier tipo de cagadas sin sentido. Son cosas muy difíciles de manejar en ese momento. El miedo del rival se percibe”, escribió.
No obstante, más allá de las terminales obvias del mensaje, en la sala de máquinas violeta se evita confrontar de frente con el rovirismo, uno de sus aliados centrales en el Congreso de la Nación, siendo clave en numerosas votaciones complejas para el Gobierno.
La estrategia de LLA es acercar al presidente Milei a la boleta lo más que se pueda y apelar a la fortaleza del sello. No será fácil: el Frente Renovador de la Concordia tiene entre sus filas a numerosos dirigentes libertarios, una apuesta a neutralizar el voto violeta y dispersar a la oposición. De hecho, el espacio que comanda Carlos Rovira incluye una línea interna llamada “blend”, donde conviven figuras alineadas con la Casa Rosada a nivel nacional y con el provincialismo en el territorio vernáculo. En CABA, donde el Presidente se involucró personalmente en la campaña, LLA dio el golpe y profundizó la crisis del PRO.
Desde el campamento mileísta admitieron a Ámbito que los desembarcos de funcionarios nacionales en Misiones “reflejan que la única lista de LLA es la de Diego Hartfield que es el candidato a diputado y Adrián Nuñez, presidente del partido en LLA”. “Hay mucho optimismo con la elección porque hay un cansancio marcado de la gente con el rovirismo. Hay una buena recepción en las recorridas por el interior de la provincia. Milei es muy fuerte en toda la provincia”, se entusiasmaron.
Habrá, además, otras ofertas en la misma órbita. El diputado Martín Arjol, del grupo de los “radicales con peluca”, inscribió al Partido Liberal, mientras que el expolicía Ramón Amarilla, uno de los líderes de las protestas del 2024, es candidato desde el penal de Cerro Azul, donde está detenido desde septiembre pasado. El PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC) reeditarán Juntos por el Cambio bajo el nombre “Unidos por el Futuro”.
La renovación apela al territorio y sus libertarios para neutralizar a LLA
Los renovadores, en tanto, atravesarán el primer test de la era Milei. Será un plebiscito a su gestión tras la revuelta del 2024, donde las protestas policiales, de estatales y docentes, entre otros sectores, pusieron en jaque a la administración del gobernador Hugo Passalacqua. En la arena misionera admiten que hay mucho descontento con la gestión local, pero que la fragmentación opositora hace difícil canalizarlo en una respuesta única. Por eso, prevén una victoria del FRC, aunque con un caudal moderado de votos.
El primer candidato a diputado del sello -que para este comicio se llama “Frente Renovador Neo”- es el actual titular de Vialidad Provincial, Sebastián Macías, quien buscará hacer valer el poder de un oficialismo longevo y con poder territorial. “Es una lista que mezcla territorio, la geografía misionera, con el género, con edades, con profesiones. Acá se votan representantes: miren lo que estamos haciendo, miren lo que hacen los demás. Que sea sostenible”, comentó Passalacqua en una entrevista con el streaming Debate Política.
El FRC es un artefacto complejo desde su concepción misma. En él cohabitan peronistas, radicales, liberales y provincialistas, entre otras vertientes. Por eso, su obrar es más pragmático que ideológico y su vínculo con las administraciones nacionales suele ser bueno, independientemente de pertenencias partidarias. Como otros gobernadores, Passalacqua busca cuidar la hegemonía territorial, mientras que los libertarios entienden que la batalla central será en octubre, cuando apostarán en robustecer su presencia en el Congreso, vital para las reformas que planea Milei.
Tal es la buena sintonía, que la caída de Ficha Limpia, cuyos verdugos fueron los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, generó suspicacias en torno a si el Presidente de verdad pretendía aprobar la ley, como exigía el PRO. En cuarteles amarillos, denunciaron un pacto entre la Casa Rosada y Rovira, cuya tropa sacó pecho por darle la estocada final a la iniciativa. Otra tesis que tuvo lugar fue que el misionerismo le devolvió gentilezas a la decisión de Cristina Kirchner de no jugar con candidatos propios el domingo.
Cristina tomó la decisión de intervenir el PJ provincial luego de que diputados del peronismo local auxiliaran al Gobierno en el palacio legislativo. En concreto, apuntó contra Alberto Arrúa, quien, luego de admitir que votaría en contra del veto a la ley de Financiamiento Universitario, se abstuvo, facilitándole a una victoria a los libertarios. “Ordenar lo que se desordenado” es la consigna que motorizó procesos similares en Salta, Jujuy y Corrientes -donde el sello ya fue “normalizado”-.
Misiones tiene 1.002.188 electores. La pulseada central estará en Garupá y Posadas, que juntas nuclean al 38% del padrón. Las del domingo serán las séptimas elecciones provinciales del año. A excepción de CABA, en todas las demás triunfaron los oficialismos.