Es necesario aclarar que las autoridades del PAMI modificaron la forma de autorizar la provisión de remedios gratis, seguramente preocupados por el despilfarro y la corrupción existente en el sistema anterior. En la forma actual, los jubilados que cobran hasta 398.000 pesos, deben concurrir al médico de cabecera, quien realiza una pequeña historia clínica, emite las recetas y el afiliado concurre a las farmacias para obtener los remedios. Es una burocracia necesaria, se hace una sola vez, se renueva automáticamente y es para evitar excesos o malversaciones. Así era el sistema durante la administración del presidente Macri. El gobierno anterior dispuso que, cualquier médico de cabecera podría emitir una receta de medicamentos incluidos en el vademécum y cualquier afiliado ir a la farmacia a retirarlos, es decir, un jubilado con una muy buena jubilación (varios millones) podía acceder a ese beneficio. Este sistema, además de ser groseramente injusto, provocaba un despilfarro significativo y cotidianos hechos de corrupción, pues lo habitual era que se utilizaban un carnet del PAMI para favorecer a parientes, amigos o vecinos. Un motivo frecuente de consultas a las farmacias y a los médicos de cabecera, era para averiguar la lista de medicamentos gratis del PAMI. Los nuevos cambios aseguran la gratuidad a los afiliados de menores recursos, que realmente necesitan el beneficio; para los de mayores ingresos, el PAMI brinda descuentos importantes, hasta de un 80% para los remedios más imprescindibles. No me sorprende la actitud de dirigentes políticos, gastadores seriales, oportunistas, que simulan indignación por la información falsa del corte de la gratuidad de los remedios, que el PAMI sigue brindando.
