La principal hipótesis de los investigadores, en base a los resultados de las autopsias, apuntan a que Bernardo Seltzer fue el primero en ser asesinado. Estaba en la habitación principal del departamento de 4 ambientes de Aguirre y Julián Alvarez, en Villa Crespo, donde el miércoles por la tarde fue hallado muerto junto a sus dos hijos de 13 y 15 año y su esposa, que habría sido la autora de los crímenes y luego se suicidó.
Según el informe que recibió el fiscal César Troncoso, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°5, el padre de familia recibió tres puñaladas. Habría sido el primero en ser asesinado y no llegó a bajar de la cama matrimonial en la que lo hallaron muerto.
Los cuerpos de Ian (15) e Ivo (12), los dos hijos adolescentes del matrimonio, presentaban entre 10 y 12 puñaladas, cada uno. El padre de los chicos sufrió tres heridas de arma blanca y su esposa, Laura Leguizamón, una lesión grande en el pecho, que se cree fue con la que ella se quitó la vida luego de asesinar a su familia.
En base a datos recogidos de vecinos y otras personas con acceso al inmueble de Aguirre 295, Clarín pudo reconstruir la escena del horror del piso sexto, departamento A, una vivienda de 100 metros cuadrados cubiertos, con un balcón hacia la calle Julián Alvarez y una dependencia de servicio.
Se trata del último piso de un edificio con dos departamentos por planta. Uno de los hijos, el que presentaba 12 puñaladas, fue hallado en la segunda habitación de la vivienda. El cuerpo estaba en una de las camas con cucheta del dormitorio.
En el cuarto contiguo, el más grande del departamento, estaba el cuerpo de Bernardo Seltzer, que recibió tres puñaladas. Allí también se encontró uno de los cuchillos que habría sido utilizado para cometer los crímenes.
Ambos ambientes están casi pegados y las ventanas dan hacia la calle Julián Alvarez. Se comunican a través de un pasillo de distribución que conduce a los dos baños, al hall que comunica con el living comedor, donde también está una de las puertas de ingreso.
El cuerpo del otro hijo estaba en el living, cerca del hall, y tenía diez puñaladas. Los investigadores creen que pudo haber intentado escapar del ataque, que podría haberse iniciado en una de las habitaciones, y que fue rematado en donde encontraron el cuerpo. Ambos chicos tenían heridas en pecho y espalda, y también signos de haber querido defenderse del ataque.
Laura Leguizamón estaba muerta en el baño principal,sobre el bidet. Las pistas indican que luego de cometer los tres homicidios regresó a su cama, se acostó al lado de su marido y comenzó a auto lesionarse con un arma blanca. Luego se levantó y arrastró hasta el baño, donde finalmente murió desangrada.
La autopsia de Leguizamón indicó que “tenía una lesión grande en el pecho, además de daños autoinfligidos en las muñecas”. En el cuello fue hallada una uña clavada y tenía pelos en las manos o pelusas mezcladas con cabellos, detallaron las fuentes de la investigación.

La carta
“Fue mucho. Los amo, lo siento”, dice una de las frases sueltas, escritas de puño y letra en una hoja blanca A4 utilizada en posición horizontal, que pertenece a la carta encontrada en la cocina del departamento.
Clarín tuvo acceso a una imagen de la carta. El papel está manchado con sangre. Parecería que fue escrito en varios momentos y no de una sola vez. Mezcla letras cursivas con imprenta. Hay un mensaje que resalta sobre los otros, en el centro de la hoja.
El trazo es irregular y parece el de una persona temblorosa, “que no estaba en sus cabales”, según detalló una fuente del caso.
Una hermana de la mujer declaró que Leguizamón tenía problemas psiquiátricos, mientras que la empleada doméstica que encontró los cuerpos también expuso ante los investigadores que “hacía unas semanas que estaba distinta” y que sospechó que “habría dejado de tomar la medicación” psiquiátrica.
“Íbamos a la calle”, se lee en el mensaje principal, escrito justo en el medio de la carta. Está escrita con letras en mayúscula y minúscula en dos de las palabras. En el centro esta manchada con sangre. El color de tinta utilizado es negro.
“Con lo que íbamos a pasar”, “todo mal, muy perverso” y “les arruinaba la vida”, se lee también redactado en letra cursiva, son algunos de esos mensajes.
Además, en otro lugar de la hoja, más abajo, se cree que está escrito el patrón de seguridad para el ingreso al teléfono celular de Leguizamón.
“Mi tel es ´L”, se alcanza a leer. Los investigadores sospechan que en el margen derecho de la hoja estén también las claves de los teléfonos de su esposo y sus hijos.
Para poder realizar una pericia caligráfica de la letra se secuestraron carpetas del colegio de los dos adolescentes y una lapicera para extraer las huellas digitales.