El juez federal Ariel Lijo, el principal candidato del Gobierno para integrar la Corte Suprema de Justicia, junto a Manuel García Mansilla, mandó una señal que será apreciada por los dirigentes cercanos a la ex presidenta de la Nación Cristina Kirchner.

Haciendo lugar a un pedido de la legisladora porteña de Unión por la Patria Victoria Montenegro, Lijo le pidió a la Secretaría de Derechos Humanos, que depende del Ministerio de Justicia, que garantice el funcionamiento de los espacios de la memoria de cuatro ex centros clandestinos de detención durante la dictadura

Montenegro, hija de desaparecidos y nieta recuperada, había hecho la presentación y una denuncia luego de que el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona anunció el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti, que funciona dentro de lo que fue acaso el centro de torturas más conocido de los que montó la última dictadura militar: la Escuela de Mecánica de la Armada, la exESMA.

En una presentación ante el ex juez Alberto Baños, actual secretario de DDHH., Lijo pidió que se “tenga a bien arbitrar los medios necesarios con el objeto de garantizar una dotación de personal capacitado para que los predios de la Memoria que funcionan en los ex CCDT ‘Olimpo’, ‘Club Atlético’, ‘Automotores Orletti’, y ‘Virrey Cevallos’ permanezcan en funcionamiento para las actividades que se encuentren abiertas al público en dichos sitios”.

En su escrito, el candidato a la Corte Suprema, muy cuestionado por la oposición y por sectores del propio oficialismo como la vicepresidenta Victoria Villarruel, exigió que “se lleven a cabo las tareas de mantenimiento, conservación, preservación del edificio y de limpieza diaria – necesaria para las visitas- y de los techos y las canaletas para evitar inundaciones que puedan dañar los espacios” y que se continúe con “las tareas de fumigación en los espacios de Memoria mencionados en el párrafo que antecede, que se preserven los acervos y archivos que se han generado a la fecha y que se continúen llevando adelante las tareas de investigación y coordinación pedagógicas”.

Lijo está intentando conseguir los votos dentro de la Comisión de Acuerdos del Senado para que se vote el dictamen con su nombramiento, que luego deberá ser votado por el recinto con una mayoría agravada de dos tercios. En la primera instancia, pero sobre todo en la segunda, el candidato necesita la venia del kirchnerismo, que tiene dos bloques que, en conjunto, reúnen a 34 senadores.

Sin la aprobación de algunos de esos legisladores, ningún candidato puede reunir los votos necesarios para llegar al máximo tribunal.



Fuente Clarin.com – Home – Política