El crimen de Joselin Mamani, la nena de 10 años que fue apuñalada decenas de veces en Longchamps durante enero de 2019 seguirá sin resolverse. La única imputada en el caso, su mamá, fue absuelta. Así lo definió el jurado popular del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Lomas de Zamora. ¿La absolución? Por falta de pruebas. Así, luego de seis años, la causa vuelve a cero y sin sospechosos.

Zaida Mamani era la única acusada por el caso que conmovió a Longchamps. Tras dos audiencias en la que declararon más de 20 testigos, el jurado la declaró inocente.

“Entre todas las personas que testificaron, no hubo un testigo directo que haya probado la participación de Zaida en el crimen”, informó Ernesto Flores, abogado de la mamá de la víctima. Es decir, de los más de 20 testimonios, ninguno pudo ubicar a la mamá de la nena en la escena del crimen. A pesar de ser la única imputada en el aberrante crimen. Y por el ello el jurado la absolvió: por falta de pruebas.

Hay varios cabos sueltos. Desde el entorno de la nena se dijo durante estos años que no se realizó una investigación debida ya que no se avanzó en el estudio de las pruebas de ADN encontradas en la escena, ni se peritaron los celulares encontrados, ni se investigó a los cinco principales sospechosos que fueron apareciendo con el correr de la investigación. Hay una trama oscura detrás del horrendo crimen de la nena de 10 años.

Hubo varias marchas en reclamo de Justicia. La mayoría de ellas, encabezada por Zaida que finalmente quedó como única implicada en el asesinato acusada por la Fiscalía de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía” en perjuicio de su hija.

“En las audiencias se llegó a observar que no hay prueba material directa y objetiva contra Zaida. No hay quien cometió el hecho. Solamente hay vecinos que no vieron ni escucharon nada”, remarcó Flores en diálogo con el canal de noticias TN.

El violento episodio tuvo lugar el 7 de enero de 2019 cuando Zaida Mamani declaró haber salido al cajero automático de un banco cercano y, al volver a su casa, encontró a su hija en medio de un charco de sangre. Con decenas de puñaladas. Muchas de ellas, en el rostro de la nena, lo cual daba cuenta de la ferocidad del ataque y de la saña.

Las primeras pericias determinaron que la puerta de la casa no fue forzada. Y la deducción inicial es que fue alguien que tenía llaves de la casa, o que la nena conociera para abrirle la puerta.

Inicialmente hubo tres apuntados por la Justicia: la propia Zaida; Carlos Correa, expareja y padre de un hijo de Mamani; y Rubén Correa, hijo de Carlos y actual pareja de Zaida. Los investigados, todos del entorno a la nena no fue casual.

Los investigadores descubrieron un triángulo amoroso entre la mamá de la víctima, su pareja y una relación paralela con el hijo de su pareja. Sin pruebas concretas, luego se avanzó con una pareja de vecinos que fueron señalados por Zaida.

El abogado adelantó previo a la sentencia que, si su cliente era absuelta, iba a continuar con la denuncia contra otros tres de los sospechosos que tuvo el caso: Carlos Correa, expareja de Zaida; y Belen Beloso y Jonathan Meriles, una pareja vecina en la que Zaida señaló luego del homicidio.

Se habló de venganza, de relaciones intrafamiliares y de frases bíblicas escritas en las paredes. Lo concreto es que la nena fue brutalmente asesinada hace más de seis años y la Justicia no encontró las herramientas para detener al o los culpables.



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