Pasaron 13 años desde la desaparición de María Cash, y la reciente detención de la última persona que la habría visto con vida reavivó la esperanza de conocer la verdad. En ese sentido, el fiscal del caso, Eduardo Villalba, dijo que su objetivo ahora es poder decirle a la familia dónde está su hija: “Nuestra esperanza es que se quiebre el pacto de silencio“.
Según el fiscal a cargo, el caso enfrentó durante años un entramado de pistas falsas, teorías erróneas y un sistema judicial que, por momentos, ralentizó la búsqueda.
“Hace dos años habíamos llegado a un punto muerto de la investigación, en el que directamente no había ningún plan de trabajo ni tampoco decir por dónde seguía la búsqueda”, explicó el fiscal. En ese contexto, junto con el procurador general de Salta, Pedro García Castiella, y la familia de Cash, se decidió reexaminar la causa “desde su punto cero”.
Se conformó un equipo interdisciplinario integrado por policías, investigadores, psicólogos y sociólogos, que revisaron “foja por foja” los expedientes acumulados. Ese trabajo derivó en la detención del camionero Héctor Romero, la última persona que vio con vida a María Cash.
Villalba destacó que de esta manera la investigación volvió a cobrar impulso. “La gente se pregunta por qué después de trece años: es el resultado de un trabajo que comenzó hace dos años, aunque debo aclarar que nunca la causa estuvo parada”, se defendió en una entrevista con el sitio oficial del Ministerio Público fiscales.gob.ar.