Un sorpresivo operativo policial, estilo SWAT, en la villa 1-11-14 del barrio porteño de Flores hizo que se desmembrara una de las bandas narco más peligrosa de la Ciudad, la del Clan Villalba. Detuvieron a seis de los integrantes de la banda, incluido su líder de 38 años. Además, incautaron más de 2.000 dosis de cocaína y pasta base, valuadas en más de 16 millones de pesos. La Policía encontró droga escondida hasta en la pared.

Durante las últimas horas la División Investigaciones Antidrogas Zona Sur de la Policía de la Ciudad realizó el curioso procedimiento dentro del popular barrio porteño. Se hicieron pasar por fleteros para poder ingresar sin ser detectados.

Los camiones ingresaron hasta un punto del barrio donde se abrieron las puertas y descendieron decenas de agentes policiales que rápidamente tomaron posición dentro del lugar: hubo seis allanamientos de manera simultánea.

Hace poco más de cinco meses que los detectives Antidrogas venían trabajando en la causa que encabeza la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados a Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de Cecilia Amil Martin. Así pudieron dar con parte del Clan Villalba que se dedicaba al narcomenudeo en la zona.

Hubo seis allanamientos. Fueron en las villas Ricciardelli e Illia, que fueron ordenados por el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas 8, a cargo de Natalia Molina. Dos hombres, entre ellos el cabecilla, y cuatro mujeres fueron detenidos luego del procedimiento policial.

Se secuestraron casi 900 gramos de cocaína, algunos con el sello del Delfín, que hace referencia al llamado Patrón del Norte; 250 de pasta base; 304 envoltorios listos para la venta; marihuana; varias cajas de municiones calibre 9 mm.; celulares y también elementos de fraccionamiento.

Uno de los allanamientos tuvo lugar sobre la calle 10, donde funcionaba un aguantadero y lugar de venta. Allí fue detenido uno de los integrantes de la banda narco.

El Clan Villalba, se adueñó del negocio de la droga en un sector de la villa 1-11-14 del barrio porteño de Flores tras el desmembramiento del temible Clan Marola integrada por la familia compuesta por un matrimonio y sus cinco hijos que se filmaban y fotografiaban armados y disparando al aire, rodeados habitualmente de sus “soldaditos”. Los Marola tenían en vilo a gran parte del barrio, con vecinos amenazados: varios debieron dejar sus casas que fueron transformadas en búnkeres.

El fin de “los Marola” se produjo en mayo de 2023, luego de una serie de operativos policiales que culminó con los integrantes de la banda narco detenidos. Con el tiempo, otro grupo se apropió del negocio ilegal, liderado por un tal “Villalba”. Fue en la misma zona de las Torres del Ricciardelli, pero sin la violencia excesiva de sus predecesores.

Ahora, según confirmaron oficialmente, la Policía desmembró al Clan Villalba dentro de la 1-11-14. Lo detuvieron en una de las torres del llamado Barrio Ricciardelli.



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