Rafael Horacio Moreno, el expolicía de la Federal que en Navidad del año pasado tuvo un entredicho con un vecino por el volumen de la música y lo mató de un tiro en Lomas del Mirador, fue condenado en las últimas horas. Un jurado popular lo encontró culpable del homicidio culposo de Sergio David Díaz (40).
El debate oral se desarrolló en la Sala de Juicios del Departamento de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) durante cinco jornadas, bajo la dirección de la jueza Lucila Pacheco.
El jurado popular responsabilizó al jubilado de 75 años por la muerte de su vecino y también lo encontró culpable por tenencia ilegal de armas de guerra.
El asesinato del colectivero Díaz ocurrió en las primeras horas del 25 de diciembre del año pasado sobre la calle Acevedo al 4100, en Lomas del Mirador. Fue cerca de las 6 de la mañana en pleno festejo de Nochebuena, cuando Moreno cruzó la calle para pedirle que bajen la música.
El video filmado por testigos se viralizó en las redes en ese momento. Allí, se pudo ver que segundos antes del crimen, el atacante amenazó con que “la cosa va a terminar mal” si no obedecían a su pedido. La pareja de la dueña de casa y Díaz fueron a hablarle, pero Moreno comenzó a increparlos.
La discusión subió de tono. Díaz se le fue encima al ex policía y le tiró tres golpes de puño. En ese momento, Moreno sacó un arma de fuego y disparó al menos una vez contra los hombres. El disparo ingresó en el abdomen de Díaz. Lo mató de un tiro.
Según confirmó el abogado defensor de Moreno, Francisco Oneto el expolicía fue culpado por homicidio culposo y no agravado que es con la carátula que había llegado a juicio. En la práctica, analizó, “Moreno pasó de ser un asesino a un hombre descuidado“.
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El video del policía retirado que mató a vecino en Navidad
Tras el dictamen, las partes tendrán cinco días para ofrecer la prueba y se conocerá el monto de la pena. Se espera que allí el abogado defensor solicite la prisión domiciliaria para su cliente como lo hizo meses atrás.
Oneto alegó que podía continuar el proceso judicial desde una vivienda con vigilancia privada, donde además se le colocaría una tobillera electrónica.