En la segunda jornada del jury contra Julieta Makintach se escucharon testimonios de dos magistrados que complican la situación de la jueza, suspendida por haber protagonizado la filmación del documental “Justicia Divina” durante el debate por la muerte de Diego Armando Maradona (60). Pero la audiencia quedó marcada por un episodio poco habitual en las instituciones judiciales: se suspendió porque un chorro de agua de lluvia cayó a pocos centímetros de la banca que usaba un testigo mientras declaraba.

Antes se había registrado un breve corte de luz en el subsuelo del Anexo del Senado bonaerense, en La Plata. La sala denominada “Nunca Más” fue acondicionada por la secretaría Permanente de Enjuiciamiento de Magistrados para atender este caso de alto impacto: decidir si corresponde destituir a la jueza que fue el centro de un escándalo que provocó la nulidad del juicio por la muerte del Diez.

Los inconvenientes se produjeron cuando este viernes después del mediodía comenzó a llover. En ese momento, el juez del Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro, Maximiliano Savarino, respondía las primeras preguntas cuando se deslizaron algunas gotas y se registró el corte del servicio eléctrico en la sala. Cuando volvió la luz, el magistrado estuvo cerca de terminar empapado, por lo que las autoridades decidieron posponer el trámite hasta el lunes.

Antes de ese incidente había declarado el juez Ariel Alfredo Introzzi, compañero de Makintach en el TOC N° 2 y con quien la magistrada compartió años de carrera. Este testigo, conocedor de la trayectoria de su colega, le dijo al tribunal que después que estalló la polémica por la grabación de “Justicia Divina”, ella convocó a sus pares y les aseguró “que no había ningún documental”.

“Negó la existencia de un documental al respecto”, declaró Introzzi, quien se recordó que en aquel momento se sintió indignado con su colega y se lo hizo saber. En ese escenario le planteó: “Cómo metiste seis personas en un tribunal? Y ella me dijo: No fueron seis, fueron cuatro.”

Este juez fue quien le recomendó que renunciara después del escándalo para evitar la humillación.

El de Introzzi no fue el único testimonio que apuntó contra la magistrada. También declaró este viernes el fiscal José Amallo, a cargo de la causa en la que se investiga los presuntos delitos cometido por la jueza con la grabación del documental durante el debate por la muerte de Maradona. “Makintach no era solo protagonista, sino también productora”, afirmó.

Según explicó Amallo, “en el guion del documental estaba explícito que eran seis capítulos, con los títulos y la duración de cada uno. Allí quedaba en claro que la Jueza Mackintach iba a ser la protagonista de la serie”.

“Cuando vemos el material había uno que estaba subtitulado en inglés”, aporto el fiscal y y dejó en claro que todo se hizo porque Makintach “tenia un rol preponderante” y porque la magistrada se encargó de los permisos para hacer las tomas.

El proceso de enjuiciamiento contra un magistrado es el único resorte constitucional que existe para evaluar el comportamiento de un juez. Cinco miembros del Parlamento provincial y cinco abogados conjueces definirán si la mujer continuará o no siendo jueza, un cargo del que se encuentra actualmente suspendida por la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires (SCBA) a raíz del escándalo que originó el documental y la posterior nulidad del debate por la muerte de Maradona.

La jueza Hilda Kogan, presidenta de la Suprema Corte provincial, dirige el debate. Como acusadora está de la fiscal general del Departamento Judicial de Necochea, Analía Duarte. El Colegio de Abogados de San Isidro y el abogado Gastón Marano son los “adjutores” de la acusación.

El camino para Makintach asoma empinado. En la última audiencia, uno de sus abogados, Darío Saldaño, pidió incorporar como prueba una presunta conversación en un grupo de Whatsapp que integraba la acusada con sus dos colegas de TOC N° 3 -Savarino y Verónica Di Tommaso- y que, según la defensa, probaría que ambos estaban al tanto de la grabación de “Justicia Divina”, algo que los dos magistrados negaron hasta ahora.

Sin embargo, los miembros del tribunal no permitieron sumar esos chats como prueba del proceso dado que en un jury el plazo para hacerlo es previo a la instancia oral.

La defensa hizo trascender detalles de esos intercambios de mensajes. De acuerdo con esa versión, el 17 de marzo, Di Tomasso escribió: “Buenos días. Me habló Klass (Ezequiel, subsecretario de Comunicación y Medios de la SCBA) y me preguntó el tema de la cámara que autorizó, July (por Makintach), estuvimos hablando del tema y tenemos que conversar.”

En otro chat de esta jueza se lee: “Si tenés una autorización de la Corte, por favor, mostránosla así se agrega a la causa y evitamos problemas.”

Ante ese requerimiento, Makintach en ese grupo responde que se comunicó con el director de prensa y agrega: “De todos modos lo converso con la Corte también para asegurarnos no tener problemas…. para que se queden tranquilos, desde ya que no los filman a ustedes ni van a filtrar prueba, pero le doy la formalidad que Klass necesite, aunque la Corte no necesitó ninguna”.

Mientras la defensa intenta demostrar con esta conversación que los otros dos jueces del TOC N° 3 estaban al tanto de la grabación, la propia Makintach declaró este jueves en la primera audiencia del jury que está “arrepentida” de haber aceptado protagonizar el documental y pidió “disculpas” por afectar la imagen de la Justicia y a los familiares “de las víctimas de este caso”.



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