Un jurado popular será el encargado de establecer si el ex policía Rafael Horacio Moreno (74) es culpable de la muerte de Sergio David Díaz (40), asesinado de un disparo mientras celebraba con su familia la pasada Navidad frente a su casa en Lomas del Mirador, partido de La Matanza. El jubilado le había reclamado por el alto volumen de la música.

El aula condicionada especialmente para juicio orales de la Universidad Nacional de La Matanza será el escenario donde se desarrollará este miércoles el debate, el cual está bajo la dirección de la jueza Lucila Pacheco, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 matancero.

La acusación está a cargo del fiscal de juicio Sergio Antin. Francisco Oneto, en tanto, es el abogado defensor de Moreno.

Este martes se realizó la selección del jurado popular, compuesto por 12 titulares y 6 suplentes. Está previsto que entre miércoles y jueves se escuchen las declaraciones de al menos 11 testigos propuestos por la acusación.

Entre el jueves y viernes será el turno de las personas citadas por la defensa. Y se espera que el jurado tome una decisión entre el viernes y el lunes.

Moreno está acusado del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de guerra”, ya que no tenía autorización de portar el revólver calibre .38 con el que le disparó a Díaz, quien se desempeñaba como chofer de la línea 109 de colectivos.

En caso de que el jurado popular lo declare culpable por el homicidio, Moreno podría recibir una pena de hasta 25 años, aunque al ser mayor de 70, su defensa tiene la posibilidad de pedir la prisión domiciliaria.

El asesinato del colectivero Díaz ocurrió en la calle Acevedo al 4100, en Lomas del Mirador, cuando festejaba junto con su familia y amigos la última Navidad. Cerca de las seis de la mañana, Moreno cruzó la calle para pedirle que bajaran la música.

Segundos antes del crimen, el atacante amenazó con que “la cosa va a terminar mal” si no obedecían a su pedido. La pareja de la dueña de casa y Díaz fueron a hablarle, pero Moreno comenzó a increparlos.

La discusión subió de tono. Díaz se le fue encima al ex policía y le tiró tres golpes de puño. En ese momento, Moreno sacó un arma de fuego y disparó al menos una vez contra los hombres. El disparo ingresó en el abdomen de Díaz.

Tras el disparo, Moreno regresó a su casa donde se refugió. De manera inmediata, los amigos y familiares de Díaz llamaron a la Policía, mientras otros lo trasladaban al hospital, donde finalmente murió.

Antes de la llegada de los oficiales, un grupo de vecinos y allegados a la víctima tiraron piedras y elementos contundentes hacia la casa del policía retirado.

Al momento que arribaron los policías de la comisaría 4ta. Norte de Lomas de Mirador, tocaron timbre en la casa del acusado quien no dudó en entregarse.

“Yo soy el que le pegó el tiro”, reconoció el jubilado de 74 años. Luego, entregó de manera voluntaria el revólver calibre .38 utilizado y quedó detenido.

Cuando declaró ante el fiscal Matías Folino, a cargo de la causa, Moreno aseguró que el arma se le disparó y que no tuvo intención de matarlo.

El ex policía federal llegó a debate detenido luego de que el Juzgado de Garantías le denegó la prisión domiciliaria en base a un informe psicológico elaborado por una perito del Departamento Judicial de La Matanza que concluyó que Moreno presenta “mecanismos defensivos inmaduros” y que, ante situaciones adversas, tiende a responder con “proyección” y “negación maníaca”.

El estudio también advirtió sobre signos de “agresividad oculta” y señaló que, en momentos de tensión, el acusado podría actuar de “forma impulsiva”.

Al momento del crimen, Díaz trabajaba como colectivero, estaba casado y tenía un hijo de siete años que se encontraba con su madre visitando familiares en La Rioja.



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