Cinco horas de terror vivió una mujer que fue secuestrada en un centro estético de Puerto Iguazú, en el norte de Misiones, por tres delincuentes que exigieron un rescate de 200.000 dólares a su yerno, un empresario dedicado a la compraventa de automóviles. Finalmente la liberaron en cercanías del basural, sin realizar un nuevo contacto ni cobrar el dinero que habían pedido.
Todo comenzó el lunes a la noche cuando tres jóvenes irrumpieron en el centro de belleza y preguntaron por “Mabel”. Apenas la mujer giró la cabeza, fue encañonada con un revólver junto con el personal que estaba atendiendo.
Tras maniatar a todos y vendarles los ojos, los delincuentes utilizaron el celular de la mujer para contactarse con su yerno, a quien le enviaron una foto de la víctima con un arma apoyada en la cabeza. Tras fijar en 200.000 dólares el rescate para entregarla con vida, dijeron que el plazo fenecía a la medianoche y que antes de esa hora se contactarían para coordinar la entrega del dinero.
Otra de las exigencias fue que no se diera intervención a ninguna fuerza de seguridad porque también secuestrarían a la hija del empresario, una nena que tiene cuatro años.
Cerca de las 21.30, la mujer fue sacada del centro de estética y conducida en un vehículo hasta la zona periférica de la ciudad. Los investigadores creen que estuvo retenida en una vivienda hasta cerca de la medianoche.
Un amigo del empresario se contactó rápidamente con el juez federal de Puerto Iguazú, Marcelo Cardozo, quien alertó a Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y de la Provincia para armar un anillo de seguridad y evitar que la mujer pudiera ser sacada de la ciudad, ya sea hacia el interior de la provincia o hacia los países vecinos.
Una hipótesis que se manejó es de un posible traslado hacia Brasil, ya que según los testigos los secuestradores se manejaban en portuñol, esa mezcla de palabras típica de la frontera que combina palabras en portugués y en español.
A la medianoche los delincuentes detuvieron a punta de pistola a un motociclista que circulaba por la avenida Libertad, que conduce al basurero municipal, y lo obligaron a llevar a la víctima de regreso a Puerto Iguazú.
“Todo indica que fue una banda local, que no hubo inteligencia previa, ya que no conocían a la víctima. Es por eso que la búsqueda está por ahora centrada en Puerto Iguazú, donde se revisan cámaras de seguridad para detectar el vehículo que utilizaron para llevar a la mujer del centro de estética”, sostuvo una fuente vinculada a la investigación.
Hasta este martes no había detenidos y el juez Cardozo delegó la investigación en la Fiscalía Federal de Puerto Iguazú.
