El contador Lucas Ezequiel Polito Gorosito (43) fue declarado inimputable este viernes en el juicio que lo tenía como el único imputado por el femicidio de su pareja, María Elvira Fabaro (38), quien fue asesinada de varios golpes y puñaladas cuando se encontraba junto a su hijo recién nacido en la casa que la familia compartía en Florida, partido de Vicente López, en enero de 2024.
En un fallo inusual, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de San Isidro, Gonzalo Aquino, Alberto Ortolani y Sebastián Hipólito Urquijo, le aplicaron a Polito Gorosito una “medida de seguridad” que indica que tendrá que permanecer 30 años en la Unidad N° 34 de Melchor Romero, donde se aloja a detenidos con problemas de salud mental.
Allí estaba “internado preventivamente” a la espera del comienzo del juicio, pero sin prisión preventiva. Si bien no se conocieron los fundamentos del fallo, la medida fue adoptada porque puede ser violento para sí como para terceros.
El debate comenzó el 30 de septiembre y se extendió hasta este viernes. Tanto el fiscal de juicio, Santiago José Jaimes Munillas, como la abogada que representa a la familia de la víctima, Cecilia Borroni, habían solicitado una condena a perpetua del hombre. La defensora oficial, en tanto, pidió la absolución por considerarlo inimputable por padecer problemas psiquiátricos.
Por su parte, Luis Fabaro, padre de María Elvira, adelantó a este medio que recurrirán al Tribunal de Casación para que sea revisada el fallo de los jueces del TOC N° 1 sanisidrense.
“Muy dolido y muy mal. Estamos latente que cualquier día esta persona se nos aparece y pueda atacar al hijo o a algún familiar”, dijo a Clarín el padre de la víctima.
Fabaro calificó de “inmundo” el fallo de los jueces y aseguró que se basaron en informes psicológico y psiquiátricos que Polito Gorosito se realizó cuando estaba ya detenido en Melchor Romero.
“Se han valido en test psicológicos posteriores, cuando ya estaba detenido en Melchor Romero, cuando ya estaba descansando en prisión, estudiando, sabiendo bien qué contestar. Simuló síntomas, mintió en las declaraciones posteriores”, expresó, visiblemente en desacuerdo con el fallo de inimputabilidad.
Y agregó: “El hecho de no tener a nuestra hija, de dejar a un bebé de siete días sin su madre, es un dolor tremendo que nos suma esta decisión de los jueces que miraron de lado. Le sirvieron la alfombra roja a este asesino”.
María Elvira tenía 38, era licenciada en administración de empresas y acababa de ser mamá. La noche del 19 de enero de 2024 la Policía la encontró tirada en el piso, con el rostro deformado por los golpes y 85 tajos en el cuerpo. Muy cerca estaba su hijo, que dormía en una cunita. Tenía una semana de vida.
Por el femicidio fue detenido Polito Gorosito, un contador que era su pareja y el padre del bebé. El hombre estaba en el PH de Virrey Liniers al 600, Florida, partido de Vicente López, donde vivían desde 2023.
Ante los oficiales intentó defenderse con distintos argumentos: dijo que ella había intentado matar al bebé y que se había suicidado, más tarde señaló que no se acordaba de nada de lo que había pasado.
La Policía encontró una tijera en la mano de maría Elvira, la tijera que le provocó los 85 puntazos en su tórax, espalda y piernas. El perito forense declaró en el juicio que la posición de la tijera en su mano mostraba que había sido colocada y que los golpes en su cabeza y rostro la habían desmayado antes de los cortes.
En tanto, el bebé, que hoy tiene un año y diez meses, vive con sus abuelos maternos en Punta Alta, a 30 kilómetros de Bahía Blanca.
Allí, en la Universidad del Sur, maría Elvira estudió y trabajó unos años, hasta que viajó a Buenos Aires, donde trabajó en la empresa Accenture durante una década. Y con Polito Gorosito estuvieron cuatro años en pareja.
