Cristian Graf, quien fue sobreseído por presunto encubrimiento en el crimen de Diego Fernández en Coghlan, aseguró tras la decisión del juez en lo Criminal y Correccional, Alejandro Litvack que no tuvo nada que ver con la muerte quien fuera compañero suyo en el colegio secundario.

Además, se mostró enojado con los medios por las “difamaciones” y dijo estar “mucho más tranquilo”, tras la decisión judicial.

“No soy culpable de nada”, sostuvo el hombre desde la puerta de su casa escoltado por su esposa en declaraciones a Todo Noticias.

Al responder sobre sus sensaciones, le dijo a los periodistas: “Ustedes saben todo lo que yo soy, por eso el juez dictó el sobreseimiento”.

Luego, incluso cuando se mostraba apurado por terminar con las preguntas y respuestas lo antes posible, fue consultado sobre las acusaciones por encubrimiento, a las que también tildó de “difamaciones”. “Por eso el mismo juez se dio cuenta que nada que ver”, insistió.

Precisamente, cuando se refirió a su estado de ánimo, Graf confesó estar “muy enojado por todo lo que se difamó”.

“Y ustedes vieron, de todas las acusaciones que se dijeron, que todas eran truchas, por decirlo así. Ese fue más que todo el enojo, cómo inventan cosas por tener una noticia”, disparó.

Por último, mientras cerraba la reja de la puerta de su casa, el hombre recordó que Diego fue su compañero de escuela, pero iban a divisiones diferentes. “No teníamos una relación de amistad”, remarcó.

El juez Alejandro Litvack resolvió sobreseer a Cristian Graf (57) en la causa por el crimen de Diego Fernández (16), el joven cuyo cadáver fue hallado enterrado en una casa de Coghlan de forma casual mientras se desarrollaba la excavación para una obra.

El ex compañero de colegio de la víctima estaba acusado de encubrimiento agravado y ocultamiento de pruebas por haber presuntamente ocultado el cuerpo en el jardín de su propiedad, en avenida Congreso 3742.

El viernes 17 de octubre Graf se había presentado en el juzgado en lo Criminal de Instrucción N° 56 y por primera vez fue indagado por uno de los crímenes más sorprendentes de los últimos tiempos que, hasta ese momento, lo tenía como principal protagonista.

Diego Fernández tenía 16 años cuando desapareció el 26 de julio de 1984. “Me pidió plata para el colectivo, me dijo que iba a lo de un compañero y se fue comiendo una mandarina. Ahora encontraron esos huesitos”, le contó su madre, Irma Lima (87), a Clarín.

Graf fue indagado por “encubrimiento” tomando en cuenta sus actos tras el hallazgo del cuerpo, el 20 de mayo pasado.



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