Los gendarmes que allanaron el domicilio de General Rodríguez sabían que mucha droga salía de esa casa semi precaria que ni siquiera tenía revoque en su frente. Como era de noche, primero no se dieron cuenta del montículo de tierra y lo pasaron por encima. Pero de pronto lo descubrieron debajo de un colchón sucio, y se pusieron a palear.
Ahí nomás de la casa, pero dos metros para abajo, habían construido un prolijo búnker (o caleta, como le dicen los colombianos) para guardar los panes de cocaína. Se accedía a él por una puerta de chapa y una escalera de material. En el interior se secuestraron 23 kilos de cocaína aunque a simple vista el lugar estaba acondicionado para recibir hasta una tonelada.
El operativo incluyo también cinco allanamientos más en Ciudad de Buenos Aires donde se secuestraron, en un departamento de Congreso, 26 kilos más de cocaína. En total se detuvo a cinco personas, cuatro hombres peruanos y un argentino.
Esta es la tercera fase de un caso que arrancó en enero pasado en la provincia de Entre Ríos.
Entonces se encontró una avioneta Cessna que había tenido que aterrizar de emergencia en un campo del departamento de Ibicuy por falta de combustible. En la avioneta había 359 kilos de cocaína pero no había nadie. En un rastrillaje posterior, realizado por la Policía entrerriana se detuvo a la boliviana Jade Isabela Callaú Barriga, de 21 años, ex Miss Ganadera en su pueblo San Borja, y a su novio, el piloto brasileño Carlos Costas Dias (52).
Desesperada y acorralada ante la situación, Jade habría intentado explicar a la Policía, previo a la requisa, que se encontraba embarazada y que debía ir a un hospital de urgencias, “para distraer la investigación”, aunque su engaño no dio resultado. Luego, una vez realizado el hallazgo, la joven quiso coimear a la Policia con una oferta de 60 mil dólares. Si bien no contaba con el dinero cash, insinuó que alguien podría depositarlo en una cuenta. Tampoco resultó.
La información sobre el intento de soborno se la dio a Clarín Néstor Roncaglia, Ministro de Seguridad de Entre Ríos. “Estamos investigando si es hija de un influyente jefe narco de Bolivia. Desde el sábado permanece detenida en el penal de Ezeiza, acusada de tráfico de drogas, y le podría caber una pena que va de 4 a 15 años. Y por tentativa de cohecho, ya que le ofreció 60.000 dólares a los policías de Entre Ríos que la retuvieron para que la dejaran ir”.
Jade Callaú, junto con el piloto Costas Días y una tercera persona (que cayó en junio), una vez aterrizados, se dieron a la fuga en dirección al pueblo de Ibicuy. “Allí se inició un rastrillaje logrando detener a la pareja. Ante lo sucedido, se puso en conocimiento a la jueza federal Analía Ramponi, quien a través de su secretario dispuso las medidas procesales. Con la colaboración de la Gendarmería Nacional, se realizó la requisa del avión, logrando el secuestro de 352 paquetes de cocaína que tenían un peso de 359 kilos”, detalló Roncaglia.
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Ladrillos de cocaína del búnker narco subterráneo
“Las circunstancias indican que el avión procedía de Bolivia y habría recorrido unos 1.500 kilómetros hasta el lugar de aterrizaje. Pero se cree que el destino final era el norte de la provincia de Buenos Aires por la dirección de la aeronave antes de tocar tierra”, analizó el funcionario.
La primera pista sobre el Cessna llevo en junio a allanar seis domicilios (cuatro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y dos en Carlos Casares) en donde se pudo identificar al piloto que participó en la logística aeronáutica, haciendo las modificaciones y adulteraciones que tenía la aeronave de Ibicuy.
Además, durante las inspecciones, se secuestraron un simulador de vuelos de aviones, y 5 kilos de cocaína (algunas compactas y otras fraccionadas como para su comercialización). También, se detectaron equipos de comunicación logística que permiten el enlace entre la aeronave y el receptor en tierra, lingotes, joyas y monedas de oro, más de 500.000 dólares estadounidenses, telefonía satelital, municiones y demás elementos de interés para la causa.