En un operativo de la Policía Bonaerense (PBA) se logró rescatar el miércoles por la noche a una nena de 12 años que estaba junto con un hombre de 32 a bordo de un tren de la Línea San Martín, a la altura de la estación Chacabuco con destino Retiro. El hombre, vecino de Merlo, había contactado a la chica por redes sociales. Fue detenido e imputado por rapto con fines sexuales, abuso sexual infantil y usurpación de títulos y honores, dado que además vestía una campera con insignias policiales.
Todo sucedió en la noche del miércoles, en la ciudad bonaerense Junín, a 260 kilómetros de la Ciudad. Una mujer radicó una denuncia policial telefónica porque su hija, de 12 años, había desaparecido de su casa recientemente, justo después de que un auto se retirara de los alrededores.
Los primeros en intervenir fueron agentes de la PBA de la Comisaría Segunda de Junín, que pronto dio aviso, a su vez, a la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de esa localidad, que rápidamente dispuso un operativo de búsqueda para dar con la menor.
El protocolo de búsqueda comenzó por la pesquisa del Grupo Técnico Operativo de cámaras de seguridad del municipio. Ese peritaje arrojó que la nena había subido a un remís en las inmediaciones de su casa, en el que ya estaba un hombre de 32 años, vecino de Merlo, que los condujo hacia la estación Junín de la línea San Martín de trenes. Allí, subieron a una formación con destino final Retiro, en la Ciudad; en específico, al vagón 502 de esa formación.
A casi 50 kilómetros al este de Junín, en la estación Chacabuco, los aguardaba un operativo policial conjunto entre los mismos agentes de la PBA y de la DDI de Junín, que detuvo el tren. Allí, en el vagón 502, encontraron a ambos: la nena de 12 años y su captor. Este último estaba vestido con una campera verde flúo con insignias de la Policía Bonaerense y un buzo azul.
El hombre quedó detenido por rapto con fines sexuales, abuso sexual infantil y usurpación de títulos y honores; esta última imputación por haber vestido una campera de policía sin pertenecer a esa fuerza. Así lo dispuso la fiscal Vanina Lisazo, de la Unidad Funcional de Instrucción N°1 de Junín.
“La rapidez de la madre y de la policía fueron clave para que hoy podamos hablar de un final feliz”, declaró Lisazo al medio local Diario Democracia. Y precisó: “La mamá se dio cuenta enseguida y llamó a la policía. Mientras ella recorría casas de amigas, para saber si la nena estaba allí, la DDI ya estaba revisando cámaras en tiempo real”.