La contienda se organiza por secciones electorales, con rotación entre cámaras. Este año se eligen diputados provinciales en la Segunda, Tercera, Sexta y Octava sección, y senadores en la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima. La boleta partidaria de papel volverá a ser el instrumento de votación.
En la Tercera sección se concentra casi el 36% del padrón bonaerense y hay 18 bancas de Diputados en juego. Le siguen la Segunda y la Sexta, con 11 bancas cada una, y la Octava (La Plata), con 6. En el Senado, la Primera sección —la más poblada— elegirá 8 representantes, la Cuarta 7, la Quinta 5 y la Séptima 3.
El tablero político que surja en diciembre dependerá del reparto por secciones. En 2021, Juntos por el Cambio se impuso en todas menos en la Tercera, bastión del peronismo. Hoy, esa fuerza está dividida: el PRO comparte boleta con La Libertad Avanza y quedó relegado en la nueva alianza.
Diputados: una Cámara fragmentada
La Cámara baja renueva casi la mitad de sus 92 bancas. El oficialismo —ahora nucleado en Fuerza Patria— tiene hoy 37 escaños, pero necesita acuerdos para aprobar leyes. En esta elección arriesga 19 lugares.
El PRO, que va junto a los libertarios, pone en juego 8 de sus actuales 13 bancas. Dentro de esa alianza, también vencen mandatos de referentes alineados con Patricia Bullrich, que armaron el subbloque PRO Libertad. La Libertad Avanza, en tanto, solo arriesga 5 de sus 13 bancas.
El bloque Unión Renovación y Fe, liderado por Carlos Kikuchi tras una escisión de LLA, renueva apenas 1 de sus 9 escaños actuales, ya que su mejor desempeño fue en 2023.
Por el lado del radicalismo, hay dos sectores con fuerte exposición: el bloque Acuerdo Cívico + UCR + GEN (alineado con Manes y Stolbizer) arriesga 6 de sus 7 bancas; y UCR-Cambio Federal, donde confluyen radicales de Abad, monzoístas y ex PRO, pone en juego 4 de sus 8 diputados.
La Coalición Cívica, en tanto, renueva una sola banca. El Frente de Izquierda también tiene mucho en juego: sus dos diputados actuales (uno del MST y otro del PTS) culminan mandato.
Senado: la oposición se juega más que el oficialismo
En la Cámara alta, se pondrán en juego 23 de las 46 bancas. El oficialismo renueva 10 de sus 21 asientos, y buscará al menos conservar su actual número para evitar quedar en desventaja. Sin mayoría propia, cada voto opositor cuenta.
El PRO, ahora en tándem con los libertarios, arriesga 4 bancas de las 9 que tiene. Por su parte, LLA pone en juego una senaduría, mientras que los tres libertarios considerados “dialoguistas” tienen mandato hasta 2027.
El bloque radical UCR-Cambio Federal es el que más arriesga en la Cámara alta: 7 de sus 8 senadores culminan mandato. Solo Nerina Neumann tiene continuidad garantizada.