Con el peronismo diezmado y el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR) en búsqueda de un rumbo, los libertarios emergen como los principales accionistas electorales, bajo la comandancia de hierro de Karina Milei y los Menem. El tándem es promotor de armados 100% violetas, incluso en distritos donde mandan líderes aliados, evitando sellar acuerdos e intentando usufructuar la buena imagen que conserva el Presidente.
Por fuera de los grandes partidos nacionales, las fuerzas provinciales responden a lógicas locales y buscan desarrollar agendas adentro de las fronteras de sus jurisdicciones. Suelen ser desprendimientos de sellos tradicionales, como el peronismo y el radicalismo, y tomar posiciones dialoguistas con las administraciones de turno, ya que no cuentan con una estructura capaz de solventar batallas a largo plazo con el Estado.
Provincialismos refuerzan diferencias con el Gobierno
Uno de ellos es el rionegrino Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro (JSRN), quien endureció su postura, agitando diversos reclamos federales.
A principios de julio, Weretilneck demandó a Nación y Vialidad ante la Justicia por el “abandono” de la Ruta Nacional 151, exigiendo la reparación total del tramo Cipoletti – La Pampa, señalización de obras y un plan urgente serio de obras. “Más de 576 ambulancias ya circularon este año por una ruta llena de baches. 12.000 personas la usan todos los días para ir a escuelas y hospitales. Y por ahí transita la producción del 72% del petróleo y el 42% del gas del país. La desidia nacional golpea de lleno a Río Negro”, señaló.
Previamente, al anunciar la extensión de Gasoducto Cordillerano junto a sus pares de Chubut, Ignacio Torres, y de Neuquén, Rolando Figueroa, el mandatario había afirmado que las provincias “están haciendo lo que Nación abandonó”. Junto al neuquino, además, lanzó la región Norpatagonia. Por entonces, hizo un llamado electoral con tónica provincialista.
“La defensa de la Patagonia hoy pasa por el Congreso. Ahí se juega si seguimos siendo espectadores o protagonistas del desarrollo. Esta vez no la vamos a ver pasar: vamos a exportar desde nuestro Golfo, vamos a sumar valor, vamos a crecer con Vaca Muerta”, dijo Weretilneck. Y cerró: “Frente al avance del centralismo, tenemos que estar más unidos que nunca”.
Este año, Río Negro renovará sus tres bancas en el Senado. Actualmente, dos de ellas están en manos de los peronistas Martín Doñate y Silvia García Larraburu, mientras que la restante pertenece a Mónica Silva, alfil del jefe provincial en el Congreso. JSRN aspira a, por lo menos, retener ese escaño.
Su vecino y aliado estratégico, Figueroa, en tanto, avanza con la construcción de su frente. Será su primer plebiscito luego de dar el golpe en 2023, al acabar con la hegemonía del histórico Movimiento Popular Neuquino (MPN). En una tónica más moderada que Weretilneck, el jefe provincial evita la confrontación directa con la Casa Rosada, pero se embandera en reclamos regionales y locales. El estado de las rutas y el futuro de las represas hidroeléctricas del Comahue, por ejemplo.
Esta semana, relanzó La Neuquinidad, el amplio frente que comanda, en el que conviven dirigentes peronistas, del PRO, libertarios díscolos y ex MPN, entre otras expresiones. “Defender nuestros derechos, nuestro estilo de vida y nuestro crecimiento como provincia, es un desafío que asumirán, con responsabilidad absoluta”, comentó, al anunciar que Julieta Corroza y Karina Maureira encabezarán las listas de precandidatos a senadores y diputados en las internas de este sábado.
La provincia también renovará las tres bancas en la Cámara alta. Actualmente, Figueroa no tiene alfiles propios: dos le pertenecen al peronismo (Oscar Parrilli y Silvia Sapag) y la restante, al extinto Juntos por el Cambio (Lucila Crexell). Por ese motivo, el comicio será una prueba crucial para amplificar el poder de fuego de la gestión neuquina en el tablero nacional.
Más al sur, el santacruceño Claudio Vidal, al frente del sello Somos Energía para Renovar Santa Cruz (SER), hizo notorio su malestar con el Gobierno a través de sus dos senadores, José María Carambia y Natalia Gadano. Ocasionales aliados de la Casa Rosada, el jueves pasado sumaron votos positivos en las diversas pulseadas legislativas. La parálisis de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, la situación de Yacimientos Carboníferos Río Turbio y el repliegue de YPF de la provincia son algunas de las cuestiones que se suman irritación a los recortes de fondos.
La región, a la vez, sufre el levantamiento de la estricta barrera sanitaria que rigió hasta hace días, cuando el SENASA habilitó el ingreso de carne con hueso desde el norte del Río Negro. Aunque los libertarios no cuentan con una gran estructura en Santa Cruz, el poderío del apellido Milei es motivo de preocupación. Allí, además, el peronismo -que gobierna Río Gallegos- todavía es fuerte y el peso de las más de dos décadas de administración kirchnerista juega su propio partido.
El misionerismo, con candidaturas confirmadas
Al otro extremo del país, uno de los provincialismos más emblemáticos ya definió sus candidaturas. Se trata del Frente Renovador de la Concordia (FRC), el histórico espacio fundado por Carlos Rovira, que gobierna Misiones desde hace más de 20 años, actualmente con Hugo Passalacqua a la cabeza. El 8 de junio, el FRC ganó las legislativas locales, aunque con escaso margen, lejos de los números altisonantes de otra época. El sello cosechó el 28,9%, frente al 21,9% de LLA y al 19,2% de Por la vida y los Valores, que llevó al expolicía Ramón Amarilla -por entonces detenido- a la cabeza.
Rovira dio a conocer la semana pasada a sus candidatos para octubre. Los renovadores jugarán fuerte con la postulación a diputado nacional del exgobernador Oscar Herrera Ahuad, una de las figuras de peso de su armado. Como es habitual, el Frente apeló a una oferta ideológica amplia, que también nuclea a libertarios. Así, el segundo lugar lo ocupará Micaela Gacek, funcionaria provincial, quien se define como la “representante de Javier Milei” en tierra colorada, pese a que no forma parte de la estructura de LLA.
Aunque rige un pacto de no agresión entre las administraciones nacional y misionera, el desafío libertario al gobierno de Passalacqua el 8 de junio aumentaron la tensión. Antes, el sorpresivo voto negativo de los senadores roviristas al proyecto de Ficha Limpia había puesto en el ojo de la tormenta ese acuerdo a voces. La semana pasada, los legisladores misioneros en la Cámara alta acompañaron con su voto los proyectos de los gobernadores, pero se abstuvieron en otros incómodos para la Casa Rosada.