Los secuestros extorsivos fueron el delito que más preocupó a principios de los 2000. Pero de aquellas largas horas de desesperación y negociaciones televisadas queda poco y nada. Incluso, los secuestros exprés, rápidos y al voleo, son cada vez más infrecuentes.

De acuerdo a cifras oficiales, en 2024 hubo un total de 22 secuestros extorsivos: 6 en CABA. 5 en San Martín, 5 en La Plata, 3 en Tucumán, 1 en Mendoza, 1 en General Roca (Río Negro) y 1 en Rosario.

Lo llamativo es que, por primera vez desde 2020, hubo un incremento en la cantidad de casos: en 2023 se cometieron 16 secuestros extorsivos. Muy lejos de, por ejemplo, los 294 registrados en 2015.

Pero, ¿vuelven los secuestros? La primera respuesta es no. Para las autoridades especializadas el aumento “no es significativo” y no marca una tendencia en alza. Se presume que menos de dos casos por mes, en promedio, es un número controlado de hechos. Según pudo saber Clarín, durante el primer semestre de 2025 ese número se sostiene.

Secuestros extorsivos




Fuente: UFECO
Infografía: Clarín


De acuerdo al informe publicado la semana pasada en el sitio Fiscales.gob.ar, el 46% de los hechos ocurridos en 2024 estuvieron relacionados con la criminalidad organizada. Esto contrasta con el 37% de casos vinculados al narcotráfico y ajustes de cuentas en 2023.

Dos casos con particularidades

Hubo dos hechos que llamaron la atención: en ambos casos no hubo liberación de los secuestrados, mientras que en 12 hechos las víctimas fueron liberadas luego de pagar el rescate y en ocho sin que se concretara el pago.

Uno de esos casos particulares fue el del empresario Gastón Tallone (52), quien tenía vínculos en el puerto de Concepción del Uruguay y al tráfico de cocaína. El secuestro ocurrió el 8 de julio de 2024 y lo más inusual fue que sus captores usaron inteligencia artificial para crear mensajes de voz que enviaron a su hijo para pedir un rescate.

Pero a Tallone lo secuestraron para matarlo. Con los mensajes simularon (o pretendían simular) que Gastón seguía vivo y que estaba viviendo en Brasil.

El móvil del crimen habría sido una una deuda por un cargamento de droga perdido. La familia pagó un primer rescate de 65.000 dólares, pero los secuestradores exigían la devolución de la carga y 500.000 dólares.

Tallone sigue desaparecido y fue dado por muerto por la Justicia y por su familia.

Por el hecho detuvieron a cinco personas, entre ellos un abogado vinculado al tráfico de cocaína y a “Los Monos” de Rosario y a dos barras de Newell’s. El caso tiene conexiones con carteles brasileros y dicha narco banda santafesina,

El segundo hecho del que no se tiene información de la liberación de la víctima fue en Mendoza y se trataría también de un hecho vinculado a un cargamento de drogas. El secuestrado, de nacionalidad peruana, habría sido liberado, pero regresó a su país y no se supo nada de él.

De acuerdo a las escuchas telefónicas, su familia no lo da por muerto, sino que habrían “arreglado por su cuenta”, confiaron las fuentes consultadas.

Por otro lado, en Tucumán detectaron tres casos vinculados a pasadores de droga que perdieron cargamentos en operativos policiales.

Ajustes y narcotráfico

Si bien hay una suba en el número total, no es significativo para pensar que hay una tendencia de aumento. Cuando se analiza caso por caso se viene reiterando el secuestro como una modalidad de ajuste de cuentas principalmente ligados al narcotráfico”, le dijo a Clarín Santiago Marquevich, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (Ufeco).

Santiago Marquevich, Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (Ufeco)Santiago Marquevich, Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (Ufeco)

Respecto de este tipo de hechos, los investigadores destacan las “dificultades” vinculadas a la “falta de colaboración” de las víctimas y de sus familias.

Para los especialistas no se trata de hechos de “inseguridad” contra el “ciudadano común”, sino que hay relaciones previas entre las víctimas y los autores.

“Lo dificultoso es que cuando tenés una víctima con un secuestro más tradicional, que es una cuestión de seguridad, la familia se acerca al Estado pidiendo ayuda, y se pone a disposición. Pero cuando se investiga un secuestro narco no está eso. Acuden a la justicia porque pasa mucho tiempo, cuando sienten que no lo pueden resolver o no tienen el dinero que se les exige”, aseguró Marquevich.

De acuerdo a los datos históricos de la Ufeco, en 2015 hubo 294 secuestros extorsivos; en 2016, 227; en 2017, 185; en 2018, 111; en 2019, 44; en 2020, 48; en 2021, 30; en 2022, 27; en 2023, 16; y en 2024, 22.

Rescates inusuales

Otra de las particularidades surge cuando los rescates exigidos son propiedades. Sucedió con el caso de un hombre secuestrado en Viedma, Río Negro, el 1 de febrero de 2024 y a quien liberaron horas después.

La víctima fue interceptada en su gomería, la retuvieron en un quincho, la golpearon, le pusieron un collar de perro en el cuello y la taparon con una sábana. Los captores la obligaron a llamar a su papá para exigirle la firma de una cesión de derechos de un inmueble como pago de una deuda, aunque no se concretó. Durante el cautiverio le robaron un teléfono celular, un reloj y noventa mil pesos.

Por este hecho, un empresario y un metalúrgico fueron condenados a 10 años de prisión cada uno y una tercera persona a una pena que aun no fue confirmada por la justicia.

En otro secuestro, el 15 de agosto de 2024, una mujer fue capturada en Venado Tuerto, Santa Fe, y estuvo cautiva durante ocho horas. En ese lapso, le exigieron el boleto de compraventa de una propiedad que fue entregado para lograr la liberación.

En el lugar del secuestro se hallaron dos revólveres y 30 municiones, además de 200 gramos de cocaína para su comercialización.

Seis meses después se llevó a cabo un juicio oral en el que le devolvieron la documentación a los propietarios y condenaron a un albañil, un mecánico de motos y una cocinera.

Variable por variable

El informe de la Ufeco analiza distintas variables, entre ellas, la cantidad de víctimas, que en 2024 fueron 24, dado que en dos de los hechos hubo dos secuestrados en cada uno. Y del total de víctimas, 21 son hombres y 3 mujeres; y el 82% mayores de 18 años.

Respecto a cómo se movilizaban las víctimas al momento de ser capturadas, el 52% iba a pie o a bordo de un auto de gama media.

A su vez, en 15 de los casos hubo detenciones. En 12 de estas causas los acusados están procesados, 1 está a la espera de ir a juicio y en 2 se dictaron sentencia.

De acuerdo al reporte, en casi todos los hechos investigados (95%) actuaron 3 o más secuestradores, en su mayoría hombres (88%). Y prácticamente la totalidad de los imputados (95%) son mayores de 18 años. Mientras que el 100% es de nacionalidad argentina.

Una tendencia que se registra desde hace años es que la duración de los secuestros es cada vez menor. En 2024, el 68% de los casos se extendieron entre 1 y 12 horas, y solo hubo 2 hechos que se prolongaron más de un día.

En cuanto al modus operandi, en el 82% de los secuestros los delincuentes actuaron a mano armada y los días que más eligieron para concretar la captura fueron el lunes (7 casos), el domingo (4) y el martes (4). Además, la franja horaria más utilizada fue la de 18 a 0 (10).

El mes de 2024 con más casos fue agosto, con 4; mientras que en octubre no hubo ninguno.



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