Alan David Van Brook, el organizador de una fiesta electrónica en la que dos adolescentes consumieron pastillas de éxtasis en 2016 y horas más tardes murieron, fue condenado este miércoles a 4 años y 6 meses de prisión efectiva, por haber facilitado el lugar para la venta de estupefacientes.
Durante la investigación se determinó, además, que en el lugar hubo una cantidad excesiva de asistentes, que no había suficientes puestos de hidratación ni ventiladores y que en los baños no había agua.
El evento se había realizado el 31 de diciembre de 2016 en el complejo Punta Stage de la localidad rosarina de Arroyo Seco, a unos 20 kilómetros de la ciudad más poblada de Santa Fe. Pocas horas después de que terminase, se conoció la muerte de Giuliana Maldován, una chica de 20 años y Lucas Liveratore, un hombre de 34. Según la causa, ambos murieron producto de la ingesta de drogas sintéticas que habrían adquirido durante la fiesta.
Van Brook fue el único condenado en la causa, que también tuvo entre sus cuatro acusados a Nizar Esper, el intendente de Arroyo Seco entre 2015 y 2023, y que finalmente terminó absuelto. Por otro lado, Esteban Gómez, el encargado operativo del complejo, aceptó un juicio abreviado y recibió una pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional.
Los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Eduardo Rodrígues Da Cruz también absolvieron a Gino Piazzese Scaglia, quien era socio de Van Brook en Live Art Producciones, una empresa con la que organizaban eventos y a Germán Pablo Dalinger, responsable del complejo en el que se realizó el evento.
Durante la causa, los testigos remarcaron graves fallas en la organización de la fiesta electrónica, muchas de las cuales estaban relacionadas con una imposibilidad de medios para que los asistentes puedan hidratarse: según relataron, no había agua en los baños y tampoco era posible comprarla en las barras. Además, había un solo puesto de hidratación en todo el complejo.
Por otro lado,los testigos también describieron que los controles para el ingreso eran permeables y que las revisiones a los asistentes eran parciales. Además, que hubo una concurrencia excesiva, que no había suficientes ventiladores y que el lugar disponía de un sólo centro sanitario.
El fiscal que intervino en la causa, Federico Reynares Solari, expresó este miércoles en comunicación con canal El Tres que pidió condenas “para los cuatro” acusados, pero que de todos modos el balance resultó “positivo”.
“Lo que dijo el tribunal es que hubo facilitamiento para la venta de estupefacientes en ese predio. (Van Brook) Tenía una conversación con una persona que en otra causa, años después, fue condenada por venta de drogas sintéticas, donde la invitaba a ir a esa fiesta para comercializar”, agregó.
Además, según informó el Ministerio Público Fiscal, la investigación permitió determinar “la existencia de diferentes irregularidades producidas durante el desarrollo del evento, relativas a la organización, autorizaciones municipales y la observancia de la comisión de presuntos hechos relacionados con la Ley 23.737”.