El 25 de noviembre de 2020 el corazón de Diego Armando Maradona (60) se detuvo. Pasaron 1.567 días hasta el 11 de marzo de este año, cuando siete de los ocho imputados por la muerte del “Diez” se sentaron frente a los jueces que deberán establecer las responsabilidades médicas en la atención del ex astro futbolístico en sus últimos días de vida.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro está presidido por Maximiliano Savarino y secundado por sus colegas Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso.
Hay siete profesionales de la salud imputados de “homicidio simple con dolo eventual”, un delito cuya pena prevista es de 8 a 25 años de cárcel.
Entre ellos están el neurocirujano Leopoldo Luque (44), la psiquiatra Agustina Cosachov (40) y el psicólogo Carlos “Charly” Díaz (33).
También, Nancy Edith Forlini (56), coordinadora de la prestadora médica contratada Swiss Medical; Mariano Ariel Perroni (44), coordinador de Medidom SRL.; el enfermero Ricardo Almirón (40); y el médico clínico designado para la internación domiciliaria, Pedro Pablo Di Spagna (52).
Mientras que la enfermera Dahiana Gisela Madrid (40) será juzgada posteriormente en un juicio por jurados.
Maradona murió debido a una descompensación cardíaca sufrida 22 días después de una operación en la cabeza por un hematoma subdural a la que se sometió en la Clínica Olivos, de Vicente López.
La acusación pública, a cargo de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, busca determinar las responsabilidades de los profesionales médicos que atendieron a Maradona en sus últimas semanas de vida, más precisamente durante el período en el que que estuvo alojado en la casa del barrio privado San Andrés, en Benavídez, Tigre.
“¿Estaba bien atendido por sus médicos de cabecera?”, “¿Maradona contaba con una internación domiciliaria acorde?”, “¿Le fue correctamente suministrada las medicaciones?”, “¿Los enfermeros tenían un control diario sobre el paciente?”, “¿Lo dejaron morir a Maradona?”; son algunas de las cuestiones que se debaten en esta etapa del juicio.
Audiencia N° 1: una internación “temeraria, deficiente y sin precedentes”
El 11 de marzo comenzó el juicio con la presencia de las hijas de Maradona, Dalma, Gianinna y Jana. También estuvo Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando, su hijo menor. Además, presenciaron la audiencia todos los imputados.
El fiscal Patricio Ferrari, describió la internación domiciliaria de Maradona como “temeraria, deficiente, sin precedentes”, y mostró una fotografía del Diez ya muerto, recostado sobre una cama.
Audiencia N° 2: el show de las nulidades
La segunda jornada estuvo marcada por una serie de pedidos de nulidades de pericias por parte de la defensa de Luque, a cargo de los abogados Julio Rivas y Mara Digiuni. A su vez, el tribunal incorporó los resultados de exámenes cardíacos, psiquiátricos y psicológicos que están vinculados a la Junta Médica.

Audiencia N° 3: “Tenía el abdomen a punto de explotar”
Los primeros en brindar sus testimonios fueron tres policías que llegaron primero a la casa del lote 45 del barrio privado San Andrés de Benavídez. Los tres coincidieron en que Maradona “tenía el abdomen al punto de explotar”, en relación a cómo se encontraba a las pocas horas de su muerte.
Audiencia N° 4: “No tenía signos vitales hacía un largo tiempo”
La cuarta jornada contó con los relatos de dos médicos que intentaron reanimar a Maradona. Colin Campbell Irigoyen (48), cirujano y vecino del barrio, fue el primero en llegar al lugar. “Ya no tenía signos vitales hacía un tiempo largo”, dijo. Mientras que el clínico Juan Carlos Pinto (72) fue el que tuvo que darle la noticia a la familia: “No podían aceptarlo.”
Estas primeras jornadas del juicio sirvieron para que la fiscalía pusiera en debate las condiciones en las que vivió Maradona durante sus últimos días. También expusieron cómo fue el momento en el que lo encontraron ya muerto y los intentos por reanimarlo.

Audiencia N° 5: Jana Maradona, la primera familiar en declarar
Por primera vez, una de las hijas de Maradona se sentó frente a los jueces. Fue Jana, quien durante su exposición lloró, recordó a su padre y apuntó contra Luque al mencionar que hizo “énfasis” a recomendar la internación domiciliaria.

Otro punto sobresaliente fue la detención de Julio César Coria (48), custodio de Maradona, por falso testimonio. También declararon el dueño de la vivienda y la encargada de la inmobiliaria que gestionó el alquiler de la misma.
Audiencia N° 6: Maradona y “una muerte en agonía”
La clave de esta audiencia fue la autopsia. “El paciente tuvo una muerte en agonía”, dijo uno de los médicos actuantes. El corazón de Maradona pesaba 503 gramos, “el doble de uno normal”, explicó otro especialista.
Estas dos audiencias fueron importantes porque se expusieron los resultados de la autopsia, aunque se volverá a tratar este tema más adelante, cuando declare la Junta Médica integrada por testigos propuestos por la defensa de Luque.
Audiencia N° 7: sin rastros de drogas ni alcohol
Cuatro peritos encargados de las pericias suplementarias a la autopsia de Maradona indicaron que el ex futbolista “no tenía rastros de ninguna sustancia vinculada a drogas o alcohol” en las muestras de orina y sangre. Además, se incorporó la declaración durante la instrucción de la causa de Alfredo Cahe, el médico del Diez durante más de 30 años y que falleció en 2024.
Audiencia N° 8: declararon tres hermanas del Diez
Más familiares se sumaron a la lista de testigos: Claudia Nora (53) –conocida como “Cali”-, Ana Estela (74) y Rita Mabel “Kitty” Maradona (71), tres de las cinco hermanas del Diez, coincidieron en que Luque era el médico de cabecera del ex capitán de la Selección Argentina.
Audiencia N° 9: Verónica Ojeda afirma que Luque “mintió”
La expareja y madre del hijo menor de Maradona fue la testigo principal de la novena jornada. La mujer interrumpió varias veces su relato por el llanto. “Luque nos mintió y se rió de todos en la cara”, dijo luego de contar que el imputado sostuvo que él operó a Maradona, algo que no había sucedido.

Por su parte, Mario Schiter (62), médico especialista en terapia intensiva que trató a Maradona cuando viajó a Cuba en 2000, afirmó que “era un paciente muy arriesgado” para que realizara una internación domiciliaria por el cuadro que tenía tras la operación en la Clínica Olivos.
Audiencia N° 10: “No era necesario operarlo”
En la décima jornada brindaron su testimonio cuatro médicos del Sanatorio Ipensa de La Plata, adonde Maradona fue llevado para realizarle controles luego del mal estado en el que había sido visto el 30 de octubre, día de su cumpleaños, en la cancha de Gimnasia y Esgrima.
“No era necesario operarlo”, coincidieron dos neurólogos que atendieron al paciente. Un cardiólogo agregó que sugirió hacer estudios más profundos del corazón, lo que fue descartado por Luque, según su testimonio.
El debate se centró en la internación en el Sanatorio Ipensa porque allí se determinó que el paciente tenía un hematoma subdural. Luque quería operarlo de urgencia, pero los médicos de dicho sanatorio se negaron a realizar la intervención porque consideraban que no era necesaria. Fue entonces que se coordinó el traslado a la Clínica Olivos.
Audiencia N° 11: Dalma y su reacción ante la muerte de su padre
Dalma Maradona fue la segunda hija en estar frente al tribunal y apuntó contra Luque, Cosachov y el psicólogo Díaz. Dijo que su padre “a lo último ya no sonreía” y recordó el momento en que lo vio muerto: “Me tiré encima a ver si despertaba.”

Esa misma jornada también declaró Víctor Stinfale, abogado y empresario amigo de Maradona. Este testigo reconoció que discutió con Luque porque no quería que el neurocirujano lo operara. “Maradona se fue creyendo que lo iba a operar Luque”, afirmó.
Esta jornada fue clave porque Dalma y Stinfale estuvieron presentes en una reunión con las autoridades de la Clínica Olivos y de Swiss Medical para tratar las distintas posibilidades de externación de Maradona. Además, se supo que Maradona murió creyendo que Luque lo había operado, algo que no sucedió y que podría configurar un delito si se comprueba que el paciente fue engañado sobre su atención.
Audiencia N°12: ¿Internación domiciliaria o cuidados continuos?
En esta jornada se debatió la internación domiciliaria de Maradona en la casa de Benavídez. Para ello declararon dos empleados de la prepaga Swiss Medical, que señalaron que se solicitó profesionales e instrumentación para un paciente con cuidados continuos y no para una internación domiciliaria.

Audiencia N° 13: Maradona y su operación por un hematoma subdural
Rodolfo Benvenuti, un médico que conformó el equipo de cirujanos que operó a Maradona de un hematoma subdural dijo que el Diez quería que lo operara Luque y que la familia pidió que sea otro profesional el que estuviera a cargo de la intervención.
“Maradona no era un paciente común con toda la problemática que llevaba, había que hacer mucho más de lo que se hace habitualmente en una internación domiciliaria”, afirmó.
Audiencia N° 14: “Maradona era inmanejable”
Fernando Villarejo, jefe de la terapia intensiva de la Clínica Olivos declaró que, por pedido de Luque y Cosachov, Maradona fue sedado “más de 24 horas”, mientras evaluaban tratamientos para su abstinencia y desintoxicación. También afirmó que no se hicieron chequeos pre quirúrgicos antes de la operación del hematoma subdural. “Maradona era inmanejable”, recordó que oyó decir a Luque.
La otra testigo fue Nelsa Pérez, administrativa de Medidom SRL, la prestadora de servicios de internaciones domiciliarias de Swiss Medical. Aseguró que Luque y Cosachov estaban a cargo de Maradona y que Mariano Perroni fue quien designó como enfermeros a Dahiana Madrid y Ricardo Almirón.
En las últimas dos audiencias se cerró el circulo de la estadía de ocho días de Maradona en la Clínica Olivos. Se debatió cómo fue tratado y la organización del traslado a la casa de Benavídez para continuar su tratamiento.
Para las próximas audiencias se buscará establecer cómo fue la atención de Maradona por parte de sus médicos tratantes, Luque y Cosachov; la responsabilidad de la coordinadora de Swiss Medical, Natalia Forlini, y de Medidom SRL, Mariano Perroni; de los enfermeros Madrid y Almirón; y del médico clínico Pedro Di Spagna, quien hasta el momento solo fue nombrado cuando se dijo que no lo recibió Maradona cuando asistió a verlo.