El fin del régimen de al-Assad contrasta profundamente con sus inicios en el poder en 2000. En aquel entonces, su llegada como presidente fue vista con cierta esperanza, ya que muchos lo consideraban un posible reformador tras las tres décadas de rígido dominio de su padre. A sus 34 años, este oftalmólogo formado en Occidente, apasionado por la tecnología y de trato accesible, prometía un cambio, recuerda un texto publicado en Infobae.com.
